Este es el fin de mi carrera
Me dijo que al director no le había gustado nada. Y a él, a decir verdad, tampoco: es lo peor que has hecho nunca. ¿Qué pretendías con esa distorsión? No se entendía el fondo para nada de nada. Y esos colores y mal y muy mal. La cara del niño... qué horror, cielo santo. Y el director del grupo trepando por las paredes, mesándose los cabellos y jurando en hebreo; escribiendo pareados en el cristal de la ventana con la grapadora. Así dos días, el director, colgado de la lámpara.
Y yo, glubp, claro. Un poco frío. En la calle me veía yo, con este frío y buscando cartones donde guarecerme.
Sin entender casi nada.
Pero luego me acordé de lo que me escribió la diseñadora:
Hola Javier, muchísimas gracias. Me he reído un tanto con el niño de la play. A ver qué dicen.
Besos.
Es lo que tiene.
4 Comments:
Siempre tendrás los mejores cartones, te lo prometo.
Me gusta su concentración.
gracias ángela.
gracias al nonimo.
A mí la foto me parece alucinante. Y eso que no soy un hombre que tenga la ponderación a flor de piel.
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