De caballeros
Durante quince años fui a la misma peluquería, a una genuina, de caballeros. Hasta que nos mudamos de casa. El local no tenía nombre pero a los dos peluqueros, que además eran (y son) hermanos, les llamaban “los vascos”. Uno lucía calva y llevaba la barba rala, el otro –que parecía más joven-, tenía el cabello castaño. Los dos ejecutaban el mismo corte, sin importar la edad o el aspecto que tuviese el cliente –tal vez, el calvo apurara algún milímetro más (por eso yo prefería al otro)-. De todas formas, lo que más me gustaba de aquel inhóspito lugar era que siempre tenían para leer Ciclismo a fondo. Eso y la frase, casi un slogan, que repetían siempre al terminar con una cabeza:
Ale, menos peso.
5 Comments:
Desde que te cambiaste de casa o desde que te volviste más presumido... Me consta que miembros de la familia siguen siendo clientes del vasco...
Lo cierto es que esa peluquería tiene cierto encanto.
Esos eran los Kohen anaiak, seguro.
Olé pelo
Definitivamente menos peso.
Y siempre el mismo look para todos, interesante...
Me cansé de los peluqueros. Ahora me corto el pelo yo mismo. Y si no me gusta cómo queda, por lo menos le veo la cara al responsable.
Post a Comment
Subscribe to Post Comments [Atom]
<< Home