La fama cuesta
Fue Marta quien me dijo, has salido hoy en El Correo. Y, como buen abilbainao y barakaldizado, me embargó un sentimiento curioso parecido a la emoción, pero más intenso, porque la popularidad en Bilbao cuesta lo que una ronda de txikitos en Somera.
Y cómo pues.
En el bus de la Universidad.
Y cómo pues.
En un reportaje sobre el estrés que causa el transporte público en los estudiantes.
No he visto la fotografía, ni vi en su momento a quien la hizo, ni sé en qué autobús, ni cuándo. Pero imagino mi rostro macilento, desgreñado, ojeroso y mal afeitado, con la nariz pegada al cristal de la ventanilla y la biografía del Che entreabierta en la página 146, por ejemplo. Y si saliesen los pensamientos en el positivo, ya no sería yo el de la foto, si no un saco de patatas suplicando que lo arrojasen en la siguiente parada.
Alguien escribió en una taquilla de la Facultad de bellas Artes: "Prefiero morir andando que viajar en Bizkaibus".
Pero yo no voy a quejarme. De momento, la fama no ha cambiado mi vida.
4 Comments:
Genial, en serio. Qué bueno. Y eso que no entiendo muy bien tu trauma con el autobús...
creo que es la decima vez que leo "ya no sería yo" en tu página. aunque dentro de un bus, creo que es comprensible...
Bien visto, Jontxu. Si no fuera yo, ¿Que sería de nuestras alargadas, fondonas y portátiles carpas circenses? Ah, fea, más que fea que soy ;-)
Dicen que no es tan bueno ser famoso. Espero que no te olvides de quienes te leímos desde el comienzo.
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