Absurdo

Voy a ver a Leire. Está sentada frente al ordenador -hoy lleva trenzas-, diseñando un cartel en el que aparece la imagen cenital de un cenicero con cuatro cigarros sin encender, sobre la sección de esquelas de El Correo. Es para concienciar a los fumadores como tú, me dice. Y se ríe.
Maldito tabaco, farfullo.
Recuerdo mi primer cigarro. Qué absurdo. Estaba viendo una película en la televisión, Cariño, he encogido a los niños, cuando así, sin más, me levanté autómata del sofá; entré en el cuarto de mis padres, hurgué en el bolso de mamá y saqué un ducados. La siguiente parada fue la ventana abierta del baño y, de vez en cuando, el espejo, cuf, cuf. Ocurrió hace once años.
Hoy, soy un fumador contumaz y desastrado, de esos que llevan siempre el cigarro colgando entre los dedos y dejan, allá donde van, un rastro quejumbroso de humo y ceniza.
Gonzalo me anima:
Voy a dejar de fumar.
Siempre dices eso cuando no tienes nada que decir.
7 Comments:
Me dice Catita que te diga de su parte que dejes de fumar.
Si lo dice Catita, habrá que dejarlo sin más demora. Vaya.
deja de fumar, javi, perjudica mi salud
J., tú puedes!! Sí hay alguien que puede, eres tú!!! Si lo dejaras tú, me animaría y lo dejaría yo también. Porfa, inténtalo...
Desde que Mercedes Milá empezó una campaña contra el tabaco y otra a favor de la lectura, no me aguanto las ganas de dejar de leer y empezar a fumar.
La culpa del tabaquismo la tiene Mercedes Milá.
Pero gracias a Mercedes Milá perdí el interés por la televisión.
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