Se casan
Hasta hoy -12 de mayo-, o sea, el día mismo de la boda, no he sido consciente de que Iñigo y María se casan. A pesar, entre otras cosas, de haber sido uno de los testigos: sí, se quieren. Y mucho.
Me he levantado nervioso, se casan. Y me he imaginado a los dos en el altar, a María y a Iñigo diciendo ante Dios que sí, que se quieren, que se van a querer siempre, que son ya uno.
Te querré siempre, y querer cobra un nuevo significado, entra en una nueva dimensión, se eleva a un estadio superior: Yo, ..., te quiero a ti..., como esposa y me entrego a ti, y prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida.
El amor se hace real cuando la palabra se transforma en sentimiento -sí-, pero también y, sobretodo, en compromiso libre y voluntad. Querer se hace.
Todos los días de mi vida.
Recuerdo un mediodía paseando por Indautxu con el pintor Alberto Sellán:
- Mírales, qué "cabrones". Ellos sí que saben.
Una pareja de viejitos caminan cogidos del brazo. Los pasos de él son mas cortos, errantes, y su perfil tiene forma de bastón. Ella le dice cosas con la mirada -en esos ojos velados suyos caben todas las cosas-.
- Mírales. Y las habrán pasado putas. Pero esos "cabrones" saben lo que es el amor.
Hoy, María e Iñigo se casan. Y todos los días de sus vidas.
5 Comments:
Gracias.
Es verdad. Siempre hemos envidiado a una pareja de abuelitos que conocemos de misa de la paz.
Y si, queremos ser como ellos... y nos reimos... y queremos ser como ellos.
Minutos, minutos quedan sólo.
Sereis como ellos.
ya eran como ellos.
Cada día somos más y quedáis menos
¿Quién lo iba a decir hace 11 años?
Silencio
Hace once años... creo que no aparecíamos siquiera en las encuestas.
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