El Canodromo

Me han llamado drogadicto, han apostado que era homosexual. Pero nunca he oido decir que sea un genio.

Friday, May 18, 2007

La verdad


Releo Cartas a Theo, de Vincent Van Gogh. Theo era su hermano mayor, marchante y alter ego; o mejor, la otra cara de la misma moneda. Entre ellos surgió una profunda relación epistolar que perduró hasta la muerte del artista - a Theo lo mató la pena tan sólo unos meses después-. Los enterraron juntos.

Impresionan tanto la capacidad literaria como la sinceridad y hondura de las cartas, que dejan el alma de Vincent en carne viva:

Después está el otro haragán, el haragán a pesar suyo, que vive roído interiormente por un gran deseo de acción, que no hace nada porque vive en la imposibilidad de hacerlo, puesto que está preso en alguna cosa, porque no tiene lo que necesitaría para ser productivo, porque la fatalidad de las circunstancias lo reduce a ese punto; un haragán así no sabe siempre él mismo lo que podría hacer, pero lo siente por instinto; por tanto, sirvo para algo, siento en mi una razón de ser; sé que podría ser un hombre por completo diferente: ¿en qué podría ser útil?, ¿en qué servir?, ¿hay algo dentro de mí?, ¿qué es, entonces?

El relato conmovedor de un Ulises sin Itaca, Penélope ni Argos que le ladre. Un viaje en busca de la propia identidad marcado por los fracasos y una terrible certidumbre:

Se puede tener, en lo más profundo del alma, un corazón cálido, y sin embargo, puede ser que nadie acuda a él.

La verdad, para el que se atreva a leerla. El mito ya lo conocemos.

3 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Esa certidumbre es precisamente la que más infeliz hace al hombre y la que más amargamente puede lastrar una vida.

8:55 AM  
Blogger Amelie Poulain said...

Saludos J. Hace tiempo que te visito en silencio. Van Gogh es mi pintor favorito y hace una semana tuve el placer de disfrutarlo en el Museo D'Orsey, pero no encontré "Terraza del café de la Place du Forum". Ahora veo que lo tenías tú. Gracias por la recomendación.

4:13 PM  
Blogger J. said...

Van Gogh, en sus cartas, es francamente sincero, está bien leerlas. Entre otras cosas para superar la imagen que tenemos de un pintor loco que se cortó la oreja y se pegó un tiro.

Te gustarán, Amelie.

10:06 PM  

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