Gafas de pasta marron tirando a granate 2. Hallolas
Miguel ha encontrado mis gafas (de pasta marrón tirando a granate). Ilesas, por suerte. Que estaban, dice, entre la pata de la mesa, la pata de la cama y la funda del ordenador. Haciendo qué, pues no lo sabemos. Puppy baraja varias hipótesis:
- La funda del ordenador necesita gafas.
- La pata de la cama necesita gafas.
- La pata de la mesa necesita gafas.
- El suelo necesita gafas.
El problema, en realidad, comienza a ser embarazoso con las variables. Dos ejemplos:
1- La funda del ordenador y el suelo necesitan gafas.
2- La pata de la cama, la pata de la mesa y la funda del ordenador necesitan gafas.
Para evitarnos trastornos de idas y venidas inútiles, mañana llevaremos a los cuatro presuntos miopes al oftalmólogo. Que dictamine. Ya estamos acondicionando el carrito de la compra.
En la imagen: con las gafas, riéndome. De qué, tampoco lo sabemos (la fotografía la sacó Naroa y es de archivo). Parezco chino.
12 Comments:
Chino, pareces. Loco, estás =P
(No has barajado la hipótesis de que sea una mera cuestión de gravedad, digo).
Bien visto, Marta. Pero poco CSI has zampado =P
(el verbo zampar vale para todo)
¡Tengo tanta envidia...! Creo que necesito ya unas gafas de pasta marrón, tirando a granates.
La vida necesita gafas.
Me has hecho un siete, eresfea. He cambiado el título dos veces.
No sólo pierdes las gafas sinó que además es otra persona la que te las encuentra. Lo tuyo es de nota.
¿Te has planteado poner orden en vez de comprar gafas? ;)
Por cierto creo que yo también necesito gafas porque veo menos que Pepeleche.
sí, chino, y con esa barba, comunista...
joe majo, tu no necesitas gafas, necesitas un poco de cordura. k hombre!!! jajja.
Recuerdo una vez que vino un cliente chino que decía llamarse Andy a ver la fábrica de picardías y bragas en la que yo trabajaba. Habíamos quedado a las nueve a eme en el hall del hotel. Andy llegó corriendo y sudando a eso de las nueve y treinta y seis a eme. Se le cayeron las gafas en la habitación y no las encontraba. Subí con él y, al igual que las de Jota Punto, allí estaban, entre la pata de la cama y la pata de la mesita de noche. Mi pregunta es ¿Por qué no las vio el chino?
Porque ve menos que javi.
Buena explicación, sí señor.
Pobre chino. Tan Pepeleche.
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