Mas que razonable
Le dije: en enero, ¿te acuerdas? decidí dejar el blog. Y lo puse, nunca apostéis por un perro que se llama princesa. Volví a los dos días.
El se sonrió pícaro y esbozó un gesto de satisfacción: ¡Bien hecho! Ese es uno de los mejores momentos de un blog, cuando dices que te vas -porque, claro, hay que anunciarlo-, entonces empiezan a llover comentarios del tipo: no te vayas, eres un genio... sin ti nada, no nos hagas esto, qué será de la red... y tú que te haces de rogar. Cuando ya has recuperado un nivel de autoestima más que razonable, vuelves como si nada. Dices algo así: ah, este blog se debe a vosotros, me debo a mis lectores...
Nos partimos de risa.
3 Comments:
¡¡Jaja!! Es una ego-strategia. O como aquel juego... Estrat-ego. ¡¡je!!
No será una amenaza, ¿no?
No, esta vez no, David.
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