El Canodromo

Me han llamado drogadicto, han apostado que era homosexual. Pero nunca he oido decir que sea un genio.

Friday, August 10, 2007

Mi primera entrevista de trabajo. Peter


Y aquella fue mi primera entrevista de trabajo:

Era una mañana a comienzos de octubre de 1998, lo recuerdo bien. Estábamos en el descanso de alguna clase, de Ética, por ejemplo y vi a Gonzalo que iba, como siempre, corriendo por el pasillo, encorvado y poseso, resoplando, con un papel arrugado en la mano. Apenas me miró; sólo dijo, sin pararse siquiera y señalando a ninguna parte, mientras sonreía como lo que es, un niño travieso: ve ahora, hombre, que no hay nadie. Acuérdate, Peter.

La redacción de Nuestro Tiempo se encontraba al final del pasillo, al lado de la cafetería, junto a los lavabos. El edificio de Comunicación parece un acuario: hay decenas de ventanales inmensos y, a través de ellos, puede verse lo que hay detrás. Y, detrás de éste, había una sala blanca con una mesa de reuniones y varias estanterías llenas de libros; a la izquierda, una mesa con un ordenador y, frente al ordenador, un señor con el pelo blanco. Blanquísimo. Entré sin llamar.


Hola, hemm, ¿está Peter?

¿Peter? ¿Qué es eso de Peter?

No, esto, quería…quería decir don Pedro de Miguel.


En realidad yo no quería decir nada, si no salir de ahí; irme corriendo, encorvado y poseído como Gonzalo.

Ah, yo soy Peter, ¿Y tu?

Bueno, yo vengo de Parte de… Gonzalo. A ver si podría, no sé, si podría colaborar en la revista. Creo que le ha dicho que me iba a pasar.

Ah, bien. Pues no me a dicho nada. Si quieres, puedes ir pasando a mi despacho, es ese, en el que pone director, ahí mismo. Voy ahora.


Peter era como querría ser si fuese un personaje de novela: un genio dentro de un cuerpo de mediana estatura, cabello blanquísimo, miope y edad indeterminada. Sólo su mirada te sumía en una profunda negrura; sólo a través de ella podías sentir algo fuera de lo común, algo inexpresable, intangible. Pero en aquel momento yo no sabía nada de eso, sólo que aquél tipo me estaba noqueando. Sin piedad. Noqueando.
Pasé al despacho y me senté en una silla gris que era tan incómoda como la situación. Me quedé inmóvil, mirando al techo, sudando y con ganas de ir lavabo para hacer en la taza lo que quería hacer encima de Peter. Entró y se sentó.

Bien, ¿qué me has dicho que querías?

Pues nada, eso, si se puede; colaborar con la revista. Vengo de parte de Gonzalo.

Vaya, eres la quinta persona que viene hoy de su parte. Le voy a tener que decir algo. Esto no puede ser.



¿Y en qué curso estás?

En… segundo. Es que, bueno, repito… estoy… estoy repitiendo.

Vaya, pues aquí más bien queremos a gente que destaque. Se suele entrar en la revista a partir de tercero…

El año pasado fue…

En fin, ¿Qué temas te interesan? ¿Tienes alguna preferencia? ¿Algún interés especial? ¿Política?

No…

¿Ciencia?



¿Tecnología?

Pues…

Aquí tenemos varias secciones. Me imagino que algo te habrá contado Gonzalo, ¿no?: Economía, cultura, ciencia, sociedad…

Me gustaría… yo… creo que sociedad.

Otro… ¿Por qué todos queréis entrar en sociedad?

… pero da, tampoco me importa, da igual… cualquiera, lo que sea.

¿Qué tal los idiomas? Supongo que sabrás alemán.

No

¿Francés?

No

Inglés, nivel alto, al menos…

Más bien medio…

¿Eres capaz de leerlo?

Un poco…

No sé si te habrá comentado Gonzalo que aquí uno tiene que hacer un poco de todo. Hay que saber bastante de informática. ¿Qué tal la informática?


Peter empezó a enumerar programas -tantos como yo noes- algunos rarísimos que ahora, pensándolo, dudo que existiesen. El último de la lista fue el word y aquella palabra insignificante, word, aquel programa de tontos fue para mi un triunfo apoteósico y efímero. Sí, SI. Pero el segundo sí perdió fuerza y acabó arrastrándose por el suelo. Había caído, me di cuenta, en otra trampa. Me sentí ridículo; reculé: no se nada de ordenadores, no me gusta demasiado la informática. Peter me miró con satisfacción: ya.
Sólo me quedaba una opción que era, además, bastante indigna: un nombre, el de mi hermano. Peter y Juan Andrés eran buenos amigos y aquél nombre funcionaba como una llave maestra, siempre abría puertas.

Soy el hermano de Juan Andrés.

¿Qué Juan Andrés?


Me quedé libido, petrificado en la silla. Perdí la compostura. El sabía quién era Juan Andrés, que era su hermano y que yo sabía que él lo sabía.

Joder, de Juan Andrés M..

Ah, ¿Si? No os parecéis en nada.


Fue la primera vez en mi vida que busqué desesperadamente la quinta esquina de Izraíl Métter. La tortura se había encarnado; le llamaban Peter.

Otra cosa importante es que los redactores se pasen por aquí, al ser posible, todos los días. ¡Ah! y que terminen aquello que han empezado. Hay gente que tiene muy buenas ideas y no termina de concretarlas, se pegan un año con un sólo tema y luego no hacen absolutamente nada. Mira, un buen ejemplo: Juan Andrés. Nunca acabó nada. Recuerdo que tenía un tema entre manos, no se cual, pero jamás escribió una sola línea.


Me rendí.

Creo que era sobre lo alimentos. Quería hacer un reportaje sobre la comida, no sé. O algo así. Me contó.

Ah si, es cierto. Los alimentos. Bastante original…


Yo ya me estaba levantando. No sé qué cara pondría en ese momento, puedo imaginar algún gesto desencajado. Pero Peter sonrió.

Bienvenido a Nuestro tiempo. Mañana tenemos comida-reunión de la sección de sociedad, pásate.

Y ya no recuerdo qué dije; quizá no dijese nada, tal vez le di las gracias, o no. Pero si que recuerdo una cosa: que también sonreí.


(Fragmento de Peter, 2005)

P.D: Hace poco, Peter me regaló su novela, Y yo que tu yo que tu ya no me moririría. Escribió una dedicatoria: Para el chico que no sabía alemán y ni falta que hacía.

20 Comments:

Blogger María said...

jajaja vaya mal trago... pero mereció la pena no? lo escribes como si de ahi hubiera nacido una amistad.

8:02 AM  
Anonymous Anonymous said...

Peter y Javi. Javi y Peter.

Un par de genios, cada uno a su manera. Por algo se encontraron.

Uno tan encantado con Bilbao y el otro... también -la insistente negativa a admitirlo es, de por sí, reveladora-.

(El relato es GE-NIAL pero eso ya te lo había dicho aunque no me importa repetirlo pero no demasiado que luego-el-ego... =P).

8:04 AM  
Anonymous Anonymous said...

En una entrevista me llegaron a preguntar cuanto dinero llevaba en la cartera en ese momento….y tuve que sacarla para que lo comprobaran los cinco subnormales trajeados que me entrevistaban. Y lo comprobaron los 5……joder!!!!, ¿no les valía con que lo hubiera comprobado solo uno de ellos?.
Se lo dije…..y no les gusto nada…….no me cogieron…….

Al día siguiente tuve otra entrevista, esta vez con una sola persona…..y en vaqueros. Le conté esta anécdota……se descojono…….hablamos durante 3 horas……sobre el sexo de los ángeles y algún otro tema más importante.
Todavía hoy hablamos a diario sobre el sexo de los ángeles y algún otro tema más importante, y encima me paga por ello.

Gurb.

9:11 AM  
Blogger Ander Izagirre said...

Qué bueno, J., qué buenos.

10:31 AM  
Blogger Allendegui said...

Aquel día estuve a punto de arruinar tu carrera literaria...

12:36 PM  
Blogger Allendegui said...

Por cierto, me encantó el dibujo. Creo que sería perfecto para una camiseta.

12:39 PM  
Anonymous Anonymous said...

Ah pero, Gurb, ¿tu haces entrevistas de trabajo? Como eres tan malo pensé que te habían cogido en tu trabajo secreto porque les amenazaste con un tirachinas...
Qué civilizado eres...si hasta haces entrevistas.
Y que conversaciones tan profundas...
Scarlett

1:18 PM  
Anonymous Anonymous said...

Enfin. Me jode ser como Cela, que se autocitaba, pero la ocasión lo requiere. Pinchen, pinchen. No es como la versión de J., pero no está mal, tampoco (creo):
http://nomeacuerdo.blogia.com/2005/081201-entrevista-de-trabajo.php

1:33 PM  
Blogger Allendegui said...

Nomeacuerdo... tu post me hizo recordar Rashomon, la misma historia, contada desde otro punto de vista. Pero igualmente buena.

6:18 PM  
Blogger J. said...

Meacuerdo de la versión portátil de Nomeacuerdo. Me gustó mucho, me reí mucho y me hizo muchísima ilusión -al leerla entonces y al leerla ahora-.

Además, es anterior a esta -de hecho, fue lo que me empujó a escribirla-.

Me reenganché a la escritura gracias al relato de G.

11:44 PM  
Anonymous Anonymous said...

Gracias por la historia, J.

Nomeacuerdo, no logro encontrar la tuya: yo pincho y no se inmuta, y si uso la salida de los torpes (cortapega) me sale por la tangente y me dice que no existe...

1:39 AM  
Blogger Néstor said...

J., qué bien contado un suceso más bien divertido. Sin duda mereció la pena el mal rato.

5:03 AM  
Blogger eresfea said...

Un día te contaré cómo nos reímos con esa entrevista tomando café con leche y cortado en el Faustino. (Cortado él).

10:41 AM  
Blogger J. said...

Sí, cuéntame. Nos reiremos.

Recuerdo que en el número de noviembre -vamos, o cualquiera que fuese el siguiente a la entrevista-, en el editorial, Peter escribió sobre los "ciberpaletos".

Me sentí aludido.

También me adjudicó la revista TIME.

¿Te acuerdas de mi intento de serpiente sobre los Furbys -aquellas mascotas sintéticas-?

Lo pasé mal...

jajajaja

10:53 AM  
Anonymous Anonymous said...

JAJAJA!!!!
Suena bien eso de “tu trabajo secreto”…..por un momento me he visto con una pipa, una lupa y un gorro orejero yendo a trabajar…..jejeje……que guay!!!
Mi tirachinas era amarillo y azul. Cortaba el culo de un cubilete del parchís y le agarraba el globo con cinta aislante. Mi munición eran alubias, porque las piedras cortaban el globo.
En todos los juegos de parchís de mi casa, siempre faltaba el cubilete amarillo y en la lavadora aparecían montones de alubias en el filtro y entonces era cuando realmente tenía que mantener montones de conversaciones profundas.

Gurb.

4:27 AM  
Anonymous Anonymous said...

Ay Gurb... cuántos recuerdos de tu infancia: los cómics, el parchís y el tirachinas...Qué bonito.
Lo de trabajo secreto es un decir...Vamos, que no es tan secreto querido Watson.
Las conversaciones profundas...
Scarlett

5:55 AM  
Anonymous Anonymous said...

Permíteme que te pida 3 aclaraciones;
1º “cuántos recuerdos de infancia”, ¿lo dices por los que yo tengo de mi infancia?, ¿por los que tú tienes de tu infancia? o ¿por los que tú tienes de mi infancia?
2º “tu trabajo secreto es un decir”, ¿sabes cual es mi trabajo secreto? , ¿Sabes cual es mi trabajo no secreto?
3º “las conversaciones profundas” ¿qué conversaciones, quién con quién y como de profundas son?

Gurb.

7:26 AM  
Anonymous Anonymous said...

Gurb! hola! ¿Qué tal?tres aclaraciones? Muchas me parecen para las pocas que das tú. No obstante, allá voy:
1.Creo que no has leído bien mi comentario. Pongo recuerdos de TU infancia. Muchos porque a menudo la evocas...Tienes síndrome de Peter Pan?jajajaj...es broma...
2.Tengo derecho a permanecer en silencio. Todo lo que diga podrá ser utilizado en mi contra. Tengo derecho a no declarar contra mi misma, a no confesarme culpable y a la presunción de inocencia.
3. Conversaciones profundas, las tuyas, Gurbito: Confucio, Benedetti.. y lo que más me llegó tu ojo sobre la tecla fffffff.
bye
Scarlett

12:13 PM  
Anonymous Anonymous said...

1º Nooo!!! No tengo síndrome de Peter Pan, SOY PETER PAN!!!!
2º Creo que a partir de ahora no diré nada sin la presencia de mi abogado. Me das un poco de miedo………Hablar con un amigo abogado es como hablar con un amigo psicólogo……es muy, muy fácil cagarla y o te meten en chirona o en el pabellón “E”.
3º La profunda es mi agenda, que es quien me chiva las “citas”.Y lo del ojo en la FFFF……es un daño colateral de una adoración excesiva de mi ego por tu parte.

Gurbito, gurbito………no se…….me estoy empezando a acostumbrar………

Fdo: Gurb.

11:48 PM  
Anonymous Anonymous said...

¿He conseguido darte miedo, Gurb? Bingo!!! Esto contribuye al efecto destensionador.
Jajajaja...creo que tienes poco que ver con el majete de Peter Pan. Pero bueno...me recuerdas un poco más al Capitán Garfio...por eso de que vas de malo...y ofensivo.
Tranqui...no creo que acabes en chirona..pagas los impuestos y pagas a tu psicólogo. ¿Qué más puede pedir la sociedad de un ciudadano?
Estoy desvariando demasiado.
Algo tienes de filósofo aunque no acabo de situarte bien del todo.
que vaya bien!
Scarlett
pd.cuidado con tu ego! pero qué tirachinas tan sofisticado, por cierto...los míos eran más rudimentarios.Usábamos piedras...éramos más brutos.

12:43 AM  

Post a Comment

Subscribe to Post Comments [Atom]

<< Home