Paris es Paula desde la Torre Eiffel
"Viajamos en el Paloma Azul toda la noche, hacinados en las literas tristísimas de un vagón de tercera clase. Pero amanecimos a las siete en París. El cielo azul de abril se mecía sobre la bruma. Paula y yo subimos a la Torre Eiffel contando los peldaños de las escaleras de hierro hasta llegar a lo más alto. Habían dado, recuerdo, las once de la mañana. Paula era más bella que París, o París parecía más hermosa a través de los cabellos de Paula agitándose en la brisa"
Ha pasado mucho tiempo de aquello.
Hoy:
Me dice que está en la Casa de Cultura, cubriendo una rueda de prensa. Le digo que espere, que me ducho y bajo.
Bueno, esto empieza a las doce.
Entonces perfecto, avísame en cuanto acabes.
Me llama un rato después:
Estoy en la plaza.
Vente a casa, así ves los cuadros.
Mira, éste está sólo manchado, es Dublín.
¿Has estado allí?
No, no. Qué va.
Se ríe.
Le enseño los lienzos. Me avergüenzo un poco, están casi todos sin acabar. Pero su mirada parece completarlos.
¿Tienes tiempo para tomar algo?
Un poco. Tengo que volver a la redacción.
Cocacola, ella. Cerveza, yo.
Hablamos un rato, algo desorientados. Sabemos que hay poco tiempo y que las palabras tampoco son demasiado importantes. Porque estamos allí, el uno frente al otro. Y es real.
Nos despedimos:
Me alegra haberte visto.
A mi también.
Y, mientras ella sube al coche, yo vuelvo a casa.
6 Comments:
Me encantan: ¡¡la historia y el cuadro!!
El cuadro es buenísimo.
la historia es preciosa...que conste.
Para mí también París es Paula, mirando el mapa al revés, comiendo pan con embutido en la calle -rozando la congelación-, en el metro observándolo todo.
(`)
me ha hecho llorar
Post a Comment
Subscribe to Post Comments [Atom]
<< Home