La persona

Busco imágenes de Joseph Ratzinger joven. No hay muchas con demasiada definición y las pocas, se repiten. Encuentro, sin embargo, decenas de montajes digitales y un buen número de caricaturas, más o menos acertadas -algunas incluso simpáticas-.

Abundan en la red las comparaciones con personajes siniestros:

Pingüino (Batman II)
Abuelo (The Monsters).
Darth Sidious (Star wars),
Sr. Burns (The Simpsons)
Copito de nieve (difunto gorila albino del Zoo de Barcelona)

También aparecen galerías con atuendos y complementos varios que, desde un punto de vista estético, ya no puedo defender. Aunque siempre qué he prejuzgado a alguien por su manera de vestir, me he visto sorprendido por personas a las que luego he querido mucho: punkis, siniestros, pijos, heavys...

Y, por su puesto con Hitler, por haber sido miembro del Flak, escuadrón antiaéreo de la milicia alemana -reclutado, como todos sus compañeros de clase, con 16 años, en plena II Guerra Mundial. Al cumplir la edad militar, y un entrenamiento básico en infantería, su mala salud le eximió de buena parte de los rigores de la vida castrense-. En todo caso, si hubiese sido un activista de las juventudes hitlerianas o cualquier otra cosa, como se empeñan tantos en decir, he de recordar la posibilidad humana de cambio. Dentro de la Iglesia hay numerosos ejemplos a lo largo de su historia, por citar dos: San Pablo y San Agustín. O podría recordar la Parábola del hijo pródigo.

Pero no quiero impartir una catequesis, Que esto es el canódromo. Ni hacer una loa del Papa Benedicto. Ni, por favor, abrir un debate beligerante y maniqueísta*. Tampoco discutir sobre la Iglesia, teniendo en cuenta que cada individuo es libre para elegir -pertenezca al grupo, comunidad, cultura, raza, nacionalidad, religión, edad o sexo al que pertenezca- y teniendo en cuenta que el mandamiento de Jesús fue que nos amáramos los unos a los otros.

En todo caso, me parece injusto que se juzgue a nadie sin conocerlo, sin saber nada de él: por habladurías o imágenes; por la apariencia física; o por el simple hecho de ser Papa.

Descalificar es fácil. Saber requiere tiempo, tomarse ciertas molestias. Es muy sencillo encontrar en la red páginas donde ningunean a Joseph Ratzinger.

Yo, tan raro, alternativo y poco ejemplo de nada bueno, indico aquí una dirección que me acaban de pasar, que profundiza minuciosa en la persona de Benedicto XVI. Para quien pueda interesarle.

todoratzinger.com


El que disfrute viendo como ridiculizan al Papa, basta con que busque en Google imágenes, poniendo la palabra Ratzinger y haciendo click en buscar o calcando al enter.


*Maniqueísmo: P. ext., cualquier actitud que mantiene posturas extremas, sin puntos intermedios.
Siempre que surge este tipo de debate, Eresfea recomienda la lectura de Ortodoxia, de Chesterton.