El Canodromo

Me han llamado drogadicto, han apostado que era homosexual. Pero nunca he oido decir que sea un genio.

Wednesday, February 13, 2008

Si que pasa barbita


Cinco años. Somos amigos, a que somos amigos, me pregunta, claro, digo. Somos amigos. No debería tener amigos de cinco años.

Le ayudo con su cuadro ¿Ves? Pero no mira, ríe, me agarra la perilla. Cuándo te quitas la barbita. Ha puesto nombre a mi perilla: barbita. Tiene ya mucho tiempo ahí, le contesto. Y vuelve, barbita. Me río. Oye, cuéntame algo. Dormimos en un hotel ¿Qué? Con papá. Suelta a barbita ¿Por qué? Mis padres están separados. Bueno, no se me ocurre qué decirle, bueno. No pasa nada, le digo. Sí que pasa, papá ha pedido el divorcio.

11 Comments:

Blogger Nodisparenalpianista said...

A mi me sugirió una historia esta chica. Un día que me quedé, no se, tres horas clavado delante.
En cuanto tenga el loquileto a punto, lo robamos.

11:19 AM  
Anonymous Anonymous said...

The rice was so good. Thanks to people who cook for us making so delicious moments.

Silence.

11:47 AM  
Anonymous Anonymous said...

Los niños son geniales. El mayor tesoro de este mundo.Daría lo que fuera por que no sufrieran.
bettyboop

2:17 PM  
Anonymous Anonymous said...

oh kakalardo silence i thought you cook the rice....what´s a pitty!
bettyboop

2:18 PM  
Blogger am said...

No deberías tener amigos de cinco años. Pero los tienes y te hacen reír. ¿Importa la edad?

8:07 PM  
Blogger mòmo said...

Sí que pasa, dice. ¿Por qué te molesta tener amigos tan clarividentes?

12:04 AM  
Blogger Néstor said...

Joer, tiene razón: sí que pasa.
No se debería aprender a sufrir tan pronto.

12:42 AM  
Anonymous Anonymous said...

ni tan pronto ni después, no se debería aprender a sufrir, pero lo hacemos.

8:25 AM  
Anonymous Anonymous said...

Que me dejes de robar el nick tio.
Silencio

10:11 AM  
Blogger Bloody Marie said...

Pobrecito. El otro día me contaron acerca de la existencia de unos espacios (de cuyo nombre ni me acuerdo ni quiero acordarme) donde los padres con órdenes de alejamiento respecto a sus esposas pueden jugar con sus hijos por un rato. La mamá llega con el niño de uno, dos o tres años, lo deja en la sala llena de juguetes y sale por una puerta. Una vez cerrada, el padre entra por la otra puerta y se acerca al niño, quien observa toda la escena en silencio. Padre e hijo juegan durante el rato acordado y, después, se repite la operación del principio pero viceversa. Increíble. Triste. Cierto.

12:34 PM  
Blogger Paco Becerro said...

A veces los padres se divorcian y eso es lo mejor que puede ocurrirles tanto a ellos como a los niños.

Claro que sería preferible que no fuera necesario, que no ocurrieran cosas malas, que todos fueran felices, pero cuando el amor y la convivencia se rompen, es mejor la separación que la convivencia obligada.

Mis padres se separaron hace 25 años. Yo lloraba cuando veía la casa de la pradera y comparaba la familia ingels con la familia futurobloguero, pero con el tiempo entendí que más habría sufrido si continuase el mal rollo entre mis padres.

Con el tiempo (no mucho) fui muy feliz con cada uno de ellos, y además yo lo superé antes que ellos mismos, yo lo ví algo natural, que había conocido en el cole otros niños, en series de tv, y no pasaba nada malo realmente.

Hubiera preferido que se quisieran hasta su muerte, como mis abuelos, pero la elección no es entre lo que me gustaría y lo que era, sino entre lo que había, (mala relación) y las dos soluciones posibles, seguir juntos sin quererse o separarse.

Eso sí, para un niño como el que te llama Barbita, es duro...

Bonita historia, tal como la cuentas.

8:42 AM  

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