Ultimas palabras
Habitación 356, en un hospital de Orense:
Jacinto (inclinándose hacia Ramiro): ¿Qué tal? Ve… veo… estás muy bien, muy bien… Ramiro… si pa… pareces un chaval. Tienes buen color. Muy bien, chaval. El tiempo no pasa para ti. No pasa. Dentro de nada estarás como nuevo, sí. Y tomaremos unas copas… tu y yo. Como en los viejos tiempos. Ya sé que tus hijas muy guapas, y Aurora. Te esperamos todos en la oficina. Te pondrás bueno en… seguida… a tomar, tu y yo, unas copas, Ramiro. Todo pasa, ¿verdad? Y tienes buen aspecto, muy…
Ramiro (tendido en la cama, tapándese los oídos): ¡Habla cucurucho que no te escucho!
3 Comments:
hola caracola!
la vida es un asco, pero gente como Ramiro cambia la mala sonrisa por una de las buenas.
¡Viva Ramiro y su cucurucho!
Ei javi! no me deja agregar fotos al blog! sabes porque puede ser?
Me gusta esta historia. Me alegra, Ángela, que a tí también.
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