El Canodromo

Me han llamado drogadicto, han apostado que era homosexual. Pero nunca he oido decir que sea un genio.

Wednesday, March 25, 2009

Una bonita historia y II (1999)



Y ella aparece. Veo su carita de niña traviesa, pilluela gitana de ojos marrones y párpados caídos, nariz prominente, judía, labios carnosos; sonrisa de medio lado, tez morena, casi ocre, cabellos dorados; coleta de corcel salvaje. Un millón de pendientes cuelgan de sus orejas de elfo. Lleva un abrigo marrón de pana, un jersey beige y pantalones campana negros. Está borracha y yo, también. La miro y creo volverme a enamorar de su dulce y hermosa piel, de su voz juguetona.

Hablamos, la vida es bella. Ella dice sí. A los cinco minutos dejamos de existir para formar parte de una historia. Me da un beso en la mejilla. Se va el autobús. La engaño y la beso en la boca, me abraza, la quiero, tal vez, y pienso que soy un gilipollas. Me coge de la mano, nos vamos a casa envueltos en un sueño ¿Confías en mí?, pregunto; sí, dice. y otra vez nos besamos. Bajamos a una pradera inmensa, azul: le regalo las estrellas y me voy a mear a un lugar apartado. La quiero o no otra vez. Volvemos a la carretera, no hay nadie, no se oye nada y buscamos una margarita, todas duermen cerradas. Le doy el mundo. Llegamos al campus, saludamos al guardia jurado que sonríe al ver un par de estúpidos noctámbulos. Le hago un ramo de flores, la beso en el cuello y siento cómo respira y cómo su corazón late. Son las cinco de la mañana cuando llegamos al portal de su casa, me habla de su novio y se siente contrariada. Allí muere la historia, cuando la beso por última vez y me ofrece su abrigo. No lo acepto. Enciendo un ducados, la miro, bosteza. Buenas noches. Buenas noches.

Hace un frío del carajo, pienso, y estoy en el culo del mundo. Camino borracho y cansado: mis andares son torpes y voy tropezando constantemente y miro al suelo que da vueltas y quiere tragarme. Me escondo detrás de un seto para mear de nuevo, pero tengo la picha helada y no quiere obedecer mis órdenes; hay que joderse. Pierdo la noción del tiempo, me dejo llevar, sé que conozco el camino a casa.

Mil años después llego a los Caídos y ocurre un milagro. Al otro lado de la calle un hombre baja de su coche: un Lada blanco y destartalado, con motas de barro en los bajos. Me acerco al hombre con descaro, acordándome de un pasaje del Evangelio, pedid y se os dará. Buenas noches ¿Podría llevarme a Mutilva? Sube, dice. Le doy las gracias. Le cuento que vengo andando desde el Erreleku, de una fiesta; que estudio periodismo pero que el periodismo no me gusta, que es todo una mentira. El me da la razón, que hay gente muriendo en Kosovo, que las personas somos egoístas, que en realidad todos somos iguales. Arzalluz es un cabrón. Tengo un amigo que fue etarra, la derecha y la izquierda son sólo palabras vacías. Estudió en Jesuitas, tiene treinta y seis años; es fornido, su cara redonda y tiene dos lunares en la mejilla derecha. Lleva un jersey de lana, gris, y unos pantalones vaqueros. Nunca llegó a la Universidad, pero es feliz. Conoce al Cuco Ziganda, es buen chico, comenta. Le digo que me alegro de haberle conocido, que me llamo Javi y nos damos la mano: el es Pedro. Nos despedimos, muchas gracias, Pedro. Se va, me río.

Podía haberle dicho que en verdad soy pintor, que Héctor desapareció con Marta que Ana lo sabía todo, que Raúl es un genio. Que Laura quiere a Miguel y Miguel quiere a Laura. Podía haberle explicado que yo había amado a Carla hasta destruirme. Que había tenido una depresión, que me había sentido como un juguete roto, que, alguna vez –incluso-, había pensado en desconectar ésta máquina. Que Dios había vuelto a mi vida, que ahora era feliz. Que estoy enamorado de Verónica pero tiene a Ricardo, que es un buen tío. Que me gusta Belén pero me enrrollé con Nuria en el garaje de casa y jugamos con mi perro, Tyler, que luego regalé a un amigo. Que aquella noche había vuelto a querer a Carla pero no quise su abrigo, marrón, de pana. Que podría haber sido una bonita historia, le hubiera dicho, si yo hubiese tenido la oportunidad de cambiarla.

(J.,1999)

7 Comments:

Blogger Paco Becerro said...

Podría haber sido una bonita historia.... NO.

NADA DE PODRÍA.

Es una bonita historia, me ha gustado mucho, el beso, el engaño, el confías en mí, el adios, el ducados, el frío..

SI, es una bonita historia

2:17 AM  
Blogger eresfea said...

O sea...: corcel.

2:39 AM  
Blogger J. said...

Gracias, Orejillas!!

Corcel, corcel.

5:21 AM  
Blogger LEIRE said...

"Podría haber sido una bonita historia, si yo hubiese tenido la oportunidad de cambiarla"

A veces, sólo a veces, las palabras adquieren un tacto exquisito capaz de robarte el sentido.

Que bonita historia J. Sigues siendo un crack!

4:10 PM  
Blogger LEIRE said...

Por cierto....mi padre tenía un lada-niva igualito al de la foto....pero no cumple con las características de aquel buen señor.

Muaaaaaaaaaaaaaak

4:13 PM  
Blogger María said...

Por cierto, creerás que me olvido, pero me paso siempre en busca de la historia con final feliz!!! jejejeje

4:37 AM  
Blogger Miguel Carvajal said...

Es jodía la historia. Pero mola.

8:49 AM  

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