El Canodromo

Me han llamado drogadicto, han apostado que era homosexual. Pero nunca he oido decir que sea un genio.

Sunday, November 05, 2006

Porque no son socios. Todavia



Cuando trabajábamos repartiendo a domicilio los carros del supermercado, conocimos a muchos vecinos del barrio. Dofur y señora Dofur hacían los sábados la compra de la semana y vivían en un cuarto piso sin ascensor. Recuerdo levemente el rostro de Dofur, el fluorescente palpitante de su cocina, el cilindro de cartón de papel higiénico doblado -que caía cada vez que abríamos la puerta del comedor- y el televisor encendido siempre en el mismo canal: Galavisión. La última vez que vimos a Dofur -que siempre había sido un hombre parco en palabras-, nos contó este chiste:

D: ¿A que no sabéis por qué los elefantes no van a la piscina?

Nosotros: ...

D: Porque no son socios.


El chiste, por otra parte malísimo, me vuelve desde entonces, intermitentemente, a la cabeza. Como un eco premonitorio.
Desde hace unos días, la gente me pregunta: "Javi, ¿qué te pasa?" Yo finjo que no entiendo la formulación y miro a otra parte. Porque es difícil que nadie entienda que, a mí, lo que me preocupa de verdad son los elefantes.
Hace poco menos de una semana salió la noticia en todos los medios de comunicación pero sólo con el interés de lo anecdótico:

"Los elefantes pueden, al igual que delfines y simios, reconocerse en el espejo"

"Según", ponía, "el estudio realizado por la Universidad de Emory, Atlanta (USA)."
La nota de Europa Press terminaba diciendo: "En combinación con el hecho de que la progresión global fue paralela a la de simios y delfines, los elefantes pondrían por ello desplegar auto-conciencia."

El futuro de la tierra estará en sus trompas más antes que después. Quiero decir que las personas serán ellos. Porque claro, los simios son muy parecidos a nosotros y, de no ser por la mano adelantada del hombre, también ellos hubiesen acabado lanzándose pepinos nucleares. Pero, afortunadamente, llegamos primero y ya les hemos dado candela. Los delfines, tan simpáticos y sonrientes, desaparecerán en cuarenta años -como el resto de las especies marinas-. A pesar de que, por abundar, el agua del mar en poco tiempo abundará bastante.

Terminators, marcianos, lo que sea; pero nadie había pensado en los elefantes, ni siquiera recordando a Dumbo -que volaba casi antes que Superman-, o las viejas películas de Tarzán, en las que visitaban -por ejemplo- sus propios cementerios.

Buenos paquidermos, sí, los elefantes porque:

1) Gracias a sus enormes pabellones auditivos, resisten bien el calorcito, así que no les afectará demasiado lo del calentamiento global.
2) Comen de todo y no les preocupa la imagen en absoluto.
3) Son solidarios entre ellos, por lo que superarán más fácilmente las dificultades.
4) Y, sobretodo, tienen memoria y la saben utilizar, por ejemplo, para no volver a cometer los mismos errores.


Pero quizá, siendo tan inteligentes, los elefantes prefieran no desplegar auto-conciencia que es, al fin y al cabo -parece-, el primer paso para querer perderla.

En cualquier caso, de momento, yo ya me estoy dejando crecer las orejas.

2 Comments:

Anonymous Anonymous said...

No te olvides de dejar crecer la trompa también.

6:14 AM  
Anonymous Anonymous said...

De lo mejor que he leído, en serio. Me impresionaron las reflexiones. Eres un genio.

12:18 PM  

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