Tranquilamente
Esta mañana, me he quedado sin tabaco demasiado pronto. En Barakaldo, los bares y cafeterías -salvo alguna excepción- abren a las diez de la mañana, como cualquier otro negocio. Tranquilamente. La más cómoda de las excepciones -acabo de olvidar el nombre- es un bareto en la esquina de la manzana contigua a casa. En realidad, sólo lo he visitado un par veces y en la misma circunstancia.
Al entrar, ya no me ha sorprendido encontrarme -otra vez- a tanta gente: todos varones, la mayoría jóvenes. Pero resultaba curioso verlos a todos mirar lánguidamente hacia el televisor colgado en la pared de la entrada; como si estuviesen viendo la noticia de una tragedia en directo, o sedados ante un empate del Athlétic.
Necesitaba cambios para la máquina, así que me he acercado a la barra. El corpulento camarero con el pelo decolorado y la barba rala ha sonreido cordialmente: "buenos días, ¿qué desea?".
Tintinéo de las cucharillas revolviendo el café. Miradas fijas en alto.
Y ya salía con el paquete de Chester en la mano, cuando he buscado la pantalla del televisor.
La tragedia era porno.
A las siete y media de la mañana.
4 Comments:
Hay quien se pone a fumar.
A las siete y media de la mañana.
Yo desde luego prefiero el porno. Siempre se puede aprender algo.
Jajaja. Había una amplia mayoría de fumadores aprendiendo algo a las siete y media de la mañana. Si una cosa no quita otra. Tranquilamente.
Sin comentarios.
Joe que punto xDDDDD
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