21 de octubre
Hoy, Gonzalo cumple 28 años. No es ninguna tontería. Aunque a veces los cumpleaños sólo sirvan para olvidarse, como los paraguas para perderse.
Tengo buenos recuerdos de los que hemos vivido juntos, sobretodo aquellos en casa de Bea, Esther, Silvia y Susana; con Susanita, Enrique y Jose. Entre otros.
Pero ahora me viene la primera vez que hablé con él, que no fue un 21 de octubre, sino 1 de diciembre.
Íbamos caminando hacia el estudio de pintura, después de clase de Antropología; serían las doce de mediodía y el cielo se deshacía gris. "Tengo que recoger algo, ¿te apetece venir?", me propuso.
A la altura del Vienés, le dije: "hoy es mi cumpleaños". Entonces puso la voz seria, como atragantándose: "¿Pero cómo no has dicho nada? Te hubieramos organizado algo". Agaché la cabeza un poco. Gonzalo cambió el tono: "También es el cumpleaños de Woody Allen". De alguna manera me hizo sentir importante, o alguien especial: "¿Cómo sabes eso?". Dejó un breve silencio: "Porque cumple el mismo día que mi madre".
Ya no sé si entramos en el estudio o no. Pero sí qué fuimos a recoger: Un cuadro en el que una flor se diluía en el inmenso fondo blanco.
Para ella.
1 Comments:
Qué bueno es tener una memoria portátil, ajena, y bien dotada, como la tuya, para recordar episodios de mi propia vida. Gracias.
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