Así, muy poco

Me quedé traspuesto en el sofá, con la cabeza apoyada en el regazo de Marta, abrazado a un cojín. Me gusta dormirme así, escuchando la televisión. Por lo demás, había visto ese capítulo de House tres veces y las tres veces había terminado igual. Pocas probabilidades de cambio a la cuarta, pensé. Cosas de la experiencia.

Me despertó Marta:

- Javi, voy ya a la cama.

- Bueno.

Y me fui a mi habitación, era la una menos veinte. En el móvil tenía dos llamadas recientes de Naroa.

Qué le habrá pasado.

Y llamé:

- ¿Qué pasa, Naro, algo va mal?

- Mnno… es que… no me había fijado en la hora…

- …

- … llamaba para cotillear.

- Ahm…

- ¿El sábado, pasó… algo?

- Que yo sepa no… lo siento.

- Vaya, que pena. Fuiste la comidilla, ¿de verdad que no?

- De verdad. Una lástima… decepcionaros así…

- Tu vida es poco interesante…

- Muy poco.