Un asunto turbio, cuestión de IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido) e IAE (Impuesto sobre Actividades Económicas): tributos, Hacienda, conceptos, artículos, leyes, decretos, incumplimientos, apartados, periodo, plazos: cacofonía de una carta cojonera,
COMUNICACIÓN DE REQUERIMIENTO. Mucha pasta, gran canguelo.
Ser autónomo, menudo oficio.
No sé si lo soñé, o hace unos meses ya solucioné el problema en Hacienda. Mala sombra me persigue. Respiro hondo. Voy al Ayuntamiento, me dicen que vaya a Hacienda, voy a Hacienda, me dicen que vaya al Ayuntamiento. Me siento como un hámster en la rueda. Decido que puedo enfrentarme solo al mundo y sus vicisitudes:
sé un hombre, coño, me digo como me decía mi profesor de autoescuela.
La palabra es epígrafe. A cada actividad le corresponde un numerito, el epígrafe. Busco en el listado mi actividad entre otras actividades, desde -por ejemplo- 412 (epígrafe) PONEDORAS DE HUEVOS A PARTIR 4 MESES DE EDAD (actividad) a 1209 (epígrafe) TÓMBOLAS, ESPECTÁCULOS Y JUEGOS, ASI COMO COMERCIO AL POR MENOR Y SERVICIOS DE RESTAURACIÓN, PROPIOS DE FERIAS Y VERBENAS. ORGANIZACIÓN Y CELEBRACIÓN DE APUESTAS DEPORTIVAS, LOTERÍAS Y OTROS JUEGOS (actividad). Al cabo de un par de horas leyendo cifras y vidas posibles, claudico: mi actividad no existe, lo cual me preocupa un poco. Despiertan viejos traumas agazapados en oscuros vericuetos de la psique, me siento pantomima. Al final del abismo una lucecita: 999 (epígrafe) OTROS SERVICIOS N.C.O.P. (actividad). Esa es la mía.
Podría ser puto, aventuro, regocijándome de la ocurrencia.
Puto, digo, y río muy ufano, hasta que volteo el epígrafe de los que no existimos: 666.