El Canodromo

Me han llamado drogadicto, han apostado que era homosexual. Pero nunca he oido decir que sea un genio.

Tuesday, April 29, 2008

Princesa




Ya no te tengo miedo
nena, pero no puedo
seguirte en tu viaje.
Cuantas veces hubiera dado la vida entera
porque tú me pidieras
llevarte el equipaje


(Joaquín Sabina, Princesa)

Monday, April 28, 2008

Tarde


La gente rara. Luz. Aire. Nada. Una muchacha se protege el flequillo con la palma de la mano.

Atrapado entre lineas



Iba a escribir sobre el amor y la cobardía. Tenía un párrafo. Fui quitando y quitando, hasta quedar sólo esto: entre lineas.

Sunday, April 27, 2008

Astrologia



Dime la hora exacta.

¿Eh?

Para lo de la carta astral. Necesito la hora exacta.

La hora exacta.

Sí.

¿Importa mucho?

Todo.

Bueno. Bueno. Investigaré.


Se había ofrecido a hacerme un chequeo astrológico con el Astroworld. Yo le dije que sí, pero me arrepentí al poco. Quiero decir que decidí que prefería mantener mi futuro al feliz abrigo de la ignorancia. Lo dejé correr. Octubre, noviembre, diciembre. Así. Enero.

Cada tarde, ella se colocaba frente al ordenador para estudiar las estrellas con ojos azules de bol, ejecutando una danza histriónica con las cejas.

¿Sabes ya?

Me pilló desprevenido.

El qué.

La hora. Tu hora. La hora en que naciste.


Ah... msí, ehm, sí, mentí: ocho y dieciséis.

¿Seguro?

Eso pone en la partida.

Bien.

Bien.

Vale,
tecleó. Uno de diciembre. Ocho y dieciséis, 1978. Hmmm.

Comenzó a enumerar planetas superpuestos, signos del zodiaco, nosequé ascendente. Luego quedó en silencio, inmóvil, anclada en un gesto de honda preocupación. El garfio que dibujaba el perfil de su boca auguraba, cuando menos, el zarpazo de mi muerte temprana.

¿Qué dice?

Espera.

Pero qué dice.

Me dirigió una mirada más triste que compasiva.

Qué, repetí con angustia.

Cambios...

...

...

Cambios.

Poco


POCO SE SABE

Yo no sabía que
no tenerte podía ser dulce como
nombrarte para que vengas aunque
no vengas y no haya sino
tu ausencia tan
dura como el golpe que
me di en la cara pensando en vos


Juan Gelman

Thursday, April 24, 2008

Tucha Toche Tuche


(A mi Tucha)

Como ya no vivimos juntos, sustituimos nuestras veladas trasnochadas en la cocina por recuerdos, alguna que otra llamada telefónica y el prosaico chat de Gmail. Mi Tucha es experta en pergeñar preguntas de respuesta dudosa o imposible. Me hace pensar en voz alta, apurar las constestaciones hasta los límites de un cinismo sano, o más bien terapéutico; ficticio. La echo tanto de menos:

Marta (23:34): ¿De qué te ríes?

Yo (23:35): De nada.

Marta: ¿En qué piensas?

Yo: En que todas son la misma, o sea, ninguna. Y a ella -la otra- no sé si la conozco.

Marta: No somos todas iguales, Javi...

Yo: Sí en la historia lineal de mis relaciones finitas.

Marta (23:36): ... o sea, que tienes dudas de si es alguien que conoces.

Yo: Todo queda lejos.

En la imagen, Barakas.

No va mas


Cucaña.

Wednesday, April 23, 2008

Vamos


Escribió Lennon una canción muy melancólica titulada Nobody Loves You (When You're Down And Out). O sea que, cuando la mierda golpea el ventilador, todos se apartan mientras te salpica. Sólo él me dijo, bajo las ráfagas de bosta: Eh, tío, no te preocupes. Vamos a comernos el mundo con patatas.


Nota: Otro día pongo la canción. Lo prometo.

Sunday, April 20, 2008

Un plan


Organizaré el mundo para encontrarte.

Evasion


Saliendo del mapa de dentro.

Saturday, April 19, 2008

El tedio es el mensaje


EL TEDIO ES EL MENSAJE

Es lo de siempre:
atasco en Fuentellana,
la crisis de la Bolsa, el Barça-Athletic,
crucigramas, vanessas, recesiones
y un presidente de Algo que promete
justicia, paz, etc.
Ya digo:
lo mismito de siempre, y me pregunto
-sentado en el sofá con mi gaceta-
si no será verdad el cielo humilde
de esta tarde de abril, si no habrá algo
de cierto en su grisura,
su rara lentitud.
A fin de cuentas,
¿quién dice que no existan esas nubes
y su leve materia y que yo mismo
no esté mirando ahora, distraído,
cómo asciende en el aire, se apelmaza,
acaricia los montes?
Por si acaso,
lo dejo aquí apuntado:
"Formaciones
nubosas, con chubascos a las 14:30.
Se espera que despeje a media tarde.
(Continúa en la pág. siguiente)".

Gabriel Insausti

Thursday, April 17, 2008

Luna a ti, luna


Imagínate la luna de Valencia en la noche de San Juan. No la he visto nunca pero mi padre dice que es única, preciosa: llena, enorme, anaranjada; suspendida en el cielo de junio, roza el mar y su reflejo se parte en millones de luces que titilan levemente y se deshacen en olas espumosas que rugen bajito, en la playa de la Malvarrosa. En el invierno oscuro de tu ausencia, se colaba entre sueños, como una promesa, la nostalgia de la luna de Valencia que nunca he visto.

Wednesday, April 16, 2008

In his on write


Si el arte fuese para redimir al hombre, podría hacerlo únicamente salvándole de la gravedad de la vida y restaurándole a un candor inesperado.

(John Lennon)

Ella en el taller



Papá -Yaiza me llama así, papá-, eres muy presumido con esas gafas, la barba y tu camisa. Por eso -levanta el brazo y señala con su pequeño dedo muy tieso- te casarás con la chica guapa que tienes detrás.

Me giro, claro.

Detrás, a menos de un palmo, sólo la pared.

Monday, April 14, 2008

Alka-seltzer



Sábado noche. Penumbra, ráfagas de luz. Duermevela. Vuelta y media en la cama, mirando de soslayo la pantalla del ordenador: los Jones huyen de los nazis en avioneta. El feo Picio* pita. Mensaje. Enciendo la luz, las 00.30. Joder. Estiro el brazo, leo:

Vente a la peña que Pablo está sacando cubatas gratis.

Carajo, reviven viejas nostalgias, cubatas gratis. Eufórico, me dan ganas abandonar la cama y pedir un taxi que me lleve a la peña en pijama. Sin embargo, el número es desconocido y tanteo desconfiado por si me toman el pelo:

¿Quién eres? Los cubatas saben más ricos apoquinando -miento-. Y pulso.

Sabemos que en la peña nunca pagas, insiste. Y el whisky con agua siempre sabe bien.

Sea quien sea, sabe demasiado. Me preocupa. Por eso -para noquearlo-, respondo al número anónimo con una receta literaria:

Ahora tomo sólo alka-seltzer con hielo.

Espero. Pita Picio una última vez. Leo:

Menuda decepción.

La avioneta con los Jones pierde altura. Se van a esmorrar, pienso -y sé que no-. Estiro el brazo para dejar el móvil. Vuelta y media.


*mi teléfono se llama así, Picio.

33


33

alguna vez
alguna vez tal vez

me iré sin quedarme
me iré como quien se va


(De El árbol de Diana, de Alejandra Pizarnik)

Sunday, April 13, 2008

Diez años/La culpa



Le he llamado por teléfono mientras aclaraba la sombra de la pared.

Cada día me gusta más.

Sabía a qué se refería. El sábado pasado, después de cenar en el chino de San Gregorio, Jose entró a echar un vistazo al lienzo que sigo pintando. Fumamos un cigarro, él hacía observaciones. Después, curioseamos algunos cuadros viejos apilados en el zaguán y, al despedirnos, le regalé uno que se había quedado mirando, pequeño y muy raro que pinté hace diez años.

Ah, bien. Bien.

Lo tengo en el estudio. Cuando estoy hasta los huevos de pintar me siento a mirarlo. Me hace gracia...

Me alegro.

...

...

Joder, eres tú en pelotas sintiéndote mal por todo.


(El cuadro de la imagen es de Saura)

Friday, April 11, 2008

Era un hombre tan alto


La abuela María contaba a menudo este chiste,
el más poético que he oído jamás:

Era un hombre tan alto, tan alto, tan alto, que tenía una nube en un ojo.


Bien.

Busco al hombre alto.

Thursday, April 10, 2008

Esperanza


Como cada tarde, antes de clase, entro en el bar El Lago a pedir un café con leche para llevar. La joven camarera china, que siempre va en vaqueros y camiseta, lleva un vestido verde de tirantes. La miro. Plimavela, me dice. Se pasa las manos por las caderas y señala al ventanal. Llueve a cántaros. Se encoge de hombros. Ríe. Acodado en la barra, el escultor de ojos azules e inocuos habla con el joven camarero chino. También la mira.

Verde esperanza.

¿Espelanza?

Sí. Así se dice. Verde esperanza.

¿Qué es espelanza?

No lo sé.

De tormenta


Me siento útil las tardes primaverales de tormenta -llueve aquí, en Pamplona, te escribiría si escribiese-, empapado y atravesando muy despacio la calle vacía.

Wednesday, April 09, 2008

Dentro-fuera



Acabo El mal de Montano. Acabo -de momento- con Vila-Matas, justo antes de que se apodere totalmente de mi escritura y ya no sea J (punto), sino V-M (punto), quien desaparezca en este blog. Acabo -de momento, digo- con Vila-Matas, dejándole que se despache a gusto desde el abismo del abismo, la barra del legendario Café Sport de Horta, una última vez:

Como dice Magris: "Kafka sabía perfectamente que la literatura le alejaba del territorio de la muerte y le permitía comprender la vida, pero dejándole fuera. Igual que le permitía comprender la grandeza del padre judío, modelo de hombre, pero no le permitía precisamente serlo".

Precisamente porque la literatura nos permite comprender la vida nos deja fuera de ella. Es duro, pero a veces es lo mejor que puede pasarnos. La lectura, la escritura buscan la vida, pero pueden perderla porque están enteramente concentradas en la vida y en su propia búsqueda.


(De El Mal de Montano, Vila-Matas)

Tuesday, April 08, 2008

北京 en el taller


Yaiza se abraza a mi brazo con sus manitas sucias de carboncillo. Cuántos miles de kilómetros -desde los arrabales de Beijing-, cuántos vericuetos biográficos en un lustro para musitarme hoy, a cuatro meses de los Juegos Olímpicos y en perfecto español:

Eres mi osito de peluche, te llevaré en la silleta, mi osito de peluche.

Me quedo en silencio, oteando con ojos de botón el mundo desde la silleta invisible de Yaiza.

¿Tienes novia, mi osito, osito, mi osito de peluche?

No, le digo con lengua de trapo.

Mi osito de peluche, te casarás con la pintura.

Monday, April 07, 2008

Pintura, pintura



Contemplo -todo está ahí, en el lienzo transformado en diario cuyas páginas ilegibles son decenas de capas de óleo-, esa luz que surgió precisamente del azar. Contemplo la mancha que atraviesa oblicua el cielo plúmbeo de Pamplona, la enteca lluvia de marzo y el inmenso ventanal para morder el polvo de una estancia desmantelada. Al otro lado del portón, en la calle, creo escuchar la voz de Vila-Matas que susurra: mandó todo al cuerno y se fue sin más.

Sunday, April 06, 2008

Demasiado


Ha sido una de esas noches en las que se encadenan sueños que nada tienen que ver los unos con los otros. Recuerdo bien tres de cuatro, pero sólo contaré uno de ellos y no aquel en el que yo era
Blue-Bird-Pumpkin, de Paul Klee:

Encontré su coche -rojo. Y me extrañó porque en el sueño sabía que ella no tenía carné- mal aparcado en la esquina de Conde Rodezno con la calle Aóiz, junto a el inhóspito Bar Rex. Los froidianos se frotarían las manos si añadiese, no lo haré, que allí mismo hay una cerrajería, Endériz (empresa especializada -informan las páginas amarillas- en duplicados de llaves de serreta, seguridad, borja y vehículos). Y no lo haré porque considero que frotarse las manos es un deleite para la malicia. El caso es que ella estaba en la parte de atrás y yo, sin pedirle permiso, me senté dándole la espalda en el borde mismo del asiento, con la puerta abierta y dejando medio cuerpo fuera. Aun así la miraba de vez en cuando, no entiendo cómo:


Entonces es imposible...
, le dije.

Asintió.

Te vas...

Sí... la beca... a Milán...

...

...

Entonces, no hay... nada... te vas con él, verdad...

Sí. Con él.

Se acabó, entonces.

Se acabó.

Para siempre.

Para siempre.

¿Pero alguna vez?

No. No. Nunca.

Nunca.

Nunca.

...

...

Te enamoraste de mi como yo me enamoré de el Sol.



Y allí sentado, de espaldas a ella y mirándola a la vez no sé cómo, me pareció una frase triste y hermosa. Demasiado perfecta. Incluso para el final de un sueño.

Contigo



No tuve cuajo -o lo tuve, según quién- para matar dos pájaros, más bien Pterodáctilos, de un tiro. Pues hastiado quedé de aves y ripios desde Ciento volando de catorce -habiendo antes perdonado Perdonen la tristeza-. Y la estocada final, nada taurina, el poco alivio sin plumas con espantada última, Pájaros de Portugal. Con todo, Sabina a pesar de Sabina. Por eso, Joaquín, genio y embustero, me quedo (una vez más) siempre Contigo.


Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.

Saturday, April 05, 2008

Alejandra, mi amor


Mirar a Alejandra Pizarnik. Mirarla mucho. Mirar la frágil línea de su boca. Dibuja. Leer. Leer a Alejandra Pizarnik:


COLD IN HAND BLUES

y qué es lo que vas a decir
voy a decir solamente algo
y qué es lo que vas a hacer
voy a ocultarme en el lenguaje
y por qué
tengo miedo

Hoy plagiaré de envidia sin rubor a Julio Cortázar o, mejor, seré Julio Cortázar, su memoria viva, para volver a escribirte a ti - precisamente ella-, Aquí Alejandra. Párpados dulces y palabras tristes: Alejandra, bichito, mi amor. Escribirte a ella otra vez, siempre tú, oculto en el lenguaje, solamente para decirte algo -que ahora nunca sea demasiado tarde- y qué es lo que vas a hacer: no tener miedo.


AQUÍ ALEJANDRA

Bicho aquí,
aquí contra esto,
pegada a las palabras
te reclamo.

Ya es la noche, vení,
no hay nadie en casa

Salvo que ya están todas
como vos, como ves,
intercesoras,

llueve en la rue de l'Eperon
y Janis Joplin.

Alejandra, mi bicho,
vení a estas líneas, a este papel de arroz
dale abad a la Zorra,
a este fieltro que juega con tu pelo

(Amabas, esas cosas nimias
aboli bibelot d'inamité sonore

las gomas y los sobres
una papelería de juguete
el estuche de lápices
los cuadernos rayados)

Vení, quedate,
tomá este trago, llueve,
te mojarás en la rue Dauphine,
no hay nadie en los cafés repletos,
no te miento, no hay nadie.

Ya sé, es difícil,
es tan difícil encontrarse

este vaso es difícil,
este fósforo,

y no te gusta verme en lo que es mío,
en mi ropa en mis libros
y no te gusta esta predilección
por Gerry Mulligan,

Quisieras insultarme sin que duela
decir cómo estás vivo, cómo
se puede estar cuando no hay nada
más que la niebla de los cigarrillos,

Cómo vivís, de qué manera
abrís los ojos cada día

No puede ser, decís, no puede ser.

Bicho, de acuerdo,
vaya si sé pero es así, Alejandra,
acurrucate aquí, bebé conmigo,
mirá, las he llamado,
vendrán seguro las intercesoras,
el party-para vos, la fiesta entera,

Erszebet,
Karen Blixen

ya van cayendo, saben
que es nuestra noche, con el pelo mojado
suben los cuatro pisos, y las viejas
de los departamentos las espían

Leonora Carrington, mirala,
Unica Zorm con un murciélago
Clarice Lispector, aguaviva,

burbujas deslizándose desnudas
frotándose a la luz, Remedios Varo
con un reloj de arena donde se agita un láser
y la chica uruguaya que fue buena con vos
sin que jamás supieras
su verdadero nombre,
qué rejunta, qué húmedo ajedrez,
qué maison clase de telarañas, de Thelomions,
qué larga hermosa puede ser la noche
con vos y Joni Mitchell
con vos y Hélène Martin
con las intercesoras

animula el tabaco
vagula Amaïs Nim
blandula vodka tónic

No te vayas, ausente, no te vayas,
jugaremos, verás, ya están llegando
con Ezra Pound y marihuana
con los sobres de sopa y un pescado
que sobrenadará olvidado, eso es seguro,
en una palangana con esponjas
entre supositorios y jamás contestados telegramas.

Olga es un árbol de humo, cómo fuma
esa morocha herida de petreles,

y Natalía Ginzburg, que desteje
el ramo de gladiolos que no trajo.

¿Ves, bicho? Así. Tan bien y ya. El scotch,
Max Roach, Silvina Ocampo,
alguien en la cocina hace café

su culebra cantando
sus terrones un beso
Lés Ferré

No pienses más en las ventanas
el detrás el afuera

Llueve en Rangoom —
Y qué.

Aquí los juegos. El murmullo
(consonantes de pájaro
vocales de heliotropo)

Aquí, bichito. Quieta. No hay ventanas ni afuera
y no llueve en Rangoom. Aquí los juegos.

Thursday, April 03, 2008

Forcejeo


Caprichos raros los de la memoria. Del primer conato de huida a Bellas Artes recuerdo sólo este fragmento poco ortodoxo, nada lírico y sin moraleja alguna que sólo me evoca el título de un álbum de Quino, Humano se nace:

Salamanca, julio, 1999. Facultad de Bellas Artes. Prueba de acceso. Llego pronto, muy pronto. Demasiado. Nadie más que mis carboncillos y yo en los aledaños del edificio. Me da el apretón. Angustia. En la puerta principal, un cartel: prohibido el paso hasta (y en negrita la hora lejana del examen). Compruebo, tras un breve pero duro forcejeo con la manilla, que la puerta está abierta. Alivio. Entro. Los pasillos -por suerte- deshabitados. Silencio. Doy con la puerta de los lavabos. Forcejeo. Entro. (se trata de uno de esos baños en los que se comparten los espacios por arriba y la estampa de zapatos y pantalones caídos por debajo*). Aún con todo que me sonrío. Cierro. Pasos. Alguien se aproxima. Frenazo. Se me caen los carboncillos. Silencio. POM, POM, POM, aporrean la (mi) puerta con saña. Me inclino temeroso: pantalones beiges, botas negras con barro en las suelas, porra, interferencias de walkie-talkie. POM, POM, POM:

- Seguridad, ¿quién anda ahí?

Tensión.

- ... ehhyo... m...

Tensión.

- ...

Tensión.

- ...

Tensión.

- Ah... tú... perdón.

- Nada... yo...


Y se va.


Por lo demás, hice la prueba. No me cogieron.


* Brillante definición de Eresfea.

En torno al vicio


"Escribir", dice Lobo Antunes, "es como drogarse, se empieza por puro placer, y acabas organizando tu vida como los drogados, en torno a tu vicio. Y ésa es mi vida. Hasta cuando sufro lo veo como un desdoblamiento: el hombre está sufriendo, y el escritor está pensando en cómo aprovechar este sufrimiento para su trabajo"

(De El Mal de Montano, Enrique Vila-Matas)

Tuesday, April 01, 2008

A su edad no deberia ser uno asi


Ya se va; tiene que irse. Tan lejos, tanto tiempo.

Se conocieron en la facultad. Él rozaba los veinticuatro; ella, recién cumplidos diecinueve. Una mañana de noviembre, una mañana entre otras mañanas de otoño. Una mañana cualquiera ella se acercó a él por la espalda:

Tú qué.

Y ahora tiene que irse. Tan lejos.

Algunos retazos, palabras. Pero a veces las palabras y los recuerdos son lugares solitarios. No valen. Sólo ser y estar. Sólo eso.

Tanta gente.

Un aeropuerto, la estela blanca ahogándose como un ahullido vertical donde ya no queda nadie. Sin embargo, su risa es un sistema de creencias. La imagen que sostiene el mundo.

Catedral



Gonzalo
me regaló la literatura. Empezó con Carver:

- ¿Qué estáis haciendo? –preguntó-. Contádmelo. Quiero saberlo.

No le contesté.

- Estamos dibujando una catedral –dijo el ciego-. Lo estamos haciendo él y yo. Aprieta fuerte –me dijo a mí-. Eso es. Así va bien. Naturalmente. Ya lo tienes, muchacho. Lo sé. Creías que eras incapaz. Pero puedes, ¿verdad? Ahora vas echando chispas. ¿Entiendes lo que quiero decir? Verdaderamente vamos a tener algo aquí dentro de un momento. ¿Cómo va ese brazo? – me preguntó-. Ahora pon gente por ahí. ¿Qué es una Catedral sin gente?

- ¿Qué pasa? –inquirió mi mujer-. ¿Qué estas haciendo, Robert? ¿Qué ocurre?

- Todo va bien, le dijo a ella.

Y añadió, dirigiéndose a mí:

- Ahora cierra los ojos.

- Lo hice. Los cerré, tal como me decía.

- Los tengo cerrados.

- Manténlos así. No pares ahora. Dibuja.

Y continuamos. Sus dedos apretaban los míos mientras mi mano recorría el papel. No se parecía a nada que hubiese hecho en la vida hasta ese momento. Luego dijo:

- Creo que ya está. Me parece que lo has conseguido. Echa una mirada. ¿Qué te parece?

Pero yo tenía los ojos cerrados. Pensé mantenerlos así un poco más. Creí que era algo que debía hacer.

- ¿Y bien? –preguntó-. ¿Estás mirando?

Yo seguía con los ojos cerrados. Estaba en mi casa. Lo sabía. Pero yo no tenía la impresión de estar dentro de nada.

- Es verdaderamente extraordinario –dije.


(De Catedral, Raymond Carver)