El Canodromo

Me han llamado drogadicto, han apostado que era homosexual. Pero nunca he oido decir que sea un genio.

Sunday, November 30, 2008

De los veintinueve



Cuenta mamá que el día de mi primer cumpleaños apagué la vela de la tarta con la mano. En realidad, confieso con bastante pesar, no ha dicho apagué sino intenté apagar. Lo cierto es que, conociéndome, imagino el conato: la quemazón y la llamita superviviente y el pastel salpicado de cera. Si no ardieron la manga y el mantel, fue porque yo era joven y no fumaba ni bebía y tenía reflejos. Desde entonces, la relación que he tenido con mi cumpleaños siempre ha sido un poco rara, pero obviaré algunos detalles que quizá sea más lógico contarlos boca arriba en un diván.

Cumplir años desconcierta, pero no tanto como las situaciones que genera. Quizá alguien debería escribir un breve manual de conducta para el agasajado. En todo caso, sé que la peor actitud es la del cenizo compulsivo -que alguna vez también he adoptado con cierta desenvoltura-. Además, a los treinta, uno tiene que haberse acostumbrado ya a estas cosas que, al fin y al cabo, nos pasan a todos.

Hoy, de los veintinueve, recuerdo uno con especial afecto:

Ahora me viene la primera vez que hablé con él, que no fue un 21 de octubre, sino 1 de diciembre.

Íbamos caminando hacia el estudio de pintura, después de clase de Antropología; serían las doce de mediodía y el cielo se deshacía gris. "Tengo que recoger algo, ¿te apetece venir?", me propuso.

A la altura del Vienés, le dije: "hoy es mi cumpleaños". Entonces puso la voz seria, como atragantándose: "¿Pero cómo no has dicho nada? Te hubieramos organizado algo". Agaché la cabeza un poco. Gonzalo cambió el tono: "También es el cumpleaños de Woody Allen". De alguna manera me hizo sentir importante, o alguien especial: "¿Cómo sabes eso?". Dejó un breve silencio: "Porque cumple el mismo día que mi madre".

Ya no sé si entramos en el estudio o no. Pero sí qué fuimos a recoger: Un cuadro en el que una flor se diluía en el inmenso fondo blanco.

Para ella.


Aquel extraño cumpleaños que me regaló un amigo.


(El cuadro es de José María Sicilia)

Woody Allen 3. Cuestiones



El amor es la respuesta, pero mientras esperas la respuesta, el sexo plantea algunas preguntas bastante interesantes

(Woody Allen)

Saturday, November 29, 2008

Ya estas hasta asustandome



- Eres, sabes, el aliento de belleza que da calidez a mis ideas...

- Anda. Per... tú qué pero qué dices, con qué me sales...por...aliento... anda vete un rato a despejarte, anda. Eh. Serás... mírate... anda.

- Bueno.

- ... ya estás hasta asustándome.

- Vale. Está bien. Tienes razón. Bien. Vale. Está bien. Ha sonado afectado, lo reconozco. Nada de aliento.

- ... no. No. Estás fatal, tú.

- Pero... pero qué quieres... si he de pensar en las cosas buenas de este mundo, eres lo primero que me viene a la cabeza.

Friday, November 28, 2008

Como decir de pronto...



Cómo decir de pronto:
tómame entre las manos,
No me dejes caer. Te necesito:
acepta este milagro,
tenemos que aprender a no asombrarnos
de habernos encontrado,
de que la vida pueda estar de pronto
en el silencio o la mirada.
Tenemos que aprender a ser felices,
a no extrañarnos
de tener algo nuestro.
Tenemos que aprender a no temernos
y a no asustarnos
y a estar seguros.
y a no causarnos daño.


(Julia Prilutzky. El cuadro, de Marc Chagall)

Thursday, November 27, 2008

Circulos



Tal día como hoy, aquí, un poco más tarde, un poco más temprano, un día en que todo comienza de nuevo, en que todo comienza, en que todo continúa.

(George Perec)


Aquel año, los viajes consistían en trazar rectas y círculos perfectos. Cientos, miles de círculos de todos los tamaños y rectas que, de unirlas, llegarían a la luna. Compré Aprender a dibujar con el lado derecho del cerebro, de Betty Edwards, e hice tres o cuatro ejercicios que repetía con la meticulosidad de un escribano. Aquel año, leía mucho y escribía relatos que dejaba a medias.


jueves, 13-jun-2002

Respecto a mi dibujo, hay mucho que mejorar.
Evoluciono, sí, pero todavía no suficiente. Todavía
soy mediocre y no vale, tampoco, ser bueno. Creo que
tengo el don pero debo trabajar, trabajar y trabajar.
En los tiempos que corren hay que ofrecer un producto
novedoso y de calidad, algo diferente. En el mercado
hay cientos de dibujantes y muy buenos, técnicamente
superiores.



martes , 22-Abr-03

Como te dije por teléfono, he comenzado a escribir
algo y “temo” que pueda ser más que un relato. Se
trata de una historia enmarcada en O Bolo y los
personajes esbozos de mis tíos y abuela; una mezcla de
realidad y ficción trocando nombres y marcando
distancias, claro. Cuando tenga algo digno te lo
mando.



Pinté una vista de los tejados de Pamplona que Iruña me encargó para el Nafarroa Oinez y un cuadro de París, que regalé a Paula.

- Por qué ya no pintas.

- Bueno. Mas adelante, más adelante.



viernes, 06-jun-03

A primera hora de la mañana he hablado con Iruña y me
ha confirmado la venta del cuadro. Lo ha comprado un
matrimonio que también se ha hecho con una escultura.
Mi cuadro irá a parar a la pared de una oficina,
curioso el asunto. De momento sólo se han vendido diez
obras y la mía entre ellas. La exposición se encuentra
instalada en el Planetario de Pamplona y además hay un
catálogo.



jueves, 08-may-03

Hoy he presentado los autorretratos, ya te mandaré las
fotos, y han gustado mucho. La profesora se ha quedado
sorprendida. No puedo decir que esté orgulloso de
ellos pero si bastante satisfecho. Quiero decir que a
pesar de no estar ni a un 10%, no están del todo mal.
Son sólo un principio de vuelta a la pintura, y en
formato grande -en dos años sólo había pintado tu
cuadro de París-. Creo que con ánimo puedo hacer
grandes cosas.


Había expuesto mi obra con tan sólo 19 años y, desde los 20, trabajaba de ilustrador y, sin embargo, también tenía la certeza de que había que olvidarlo todo. Empezar, empezar. Y empezar.

Wednesday, November 26, 2008

Como minimo



Entré al cuarto de estar enfurruñado -había sido una mañana nefasta en el estudio-, con las manos en los bolsillos del abrigo y el bolso colgando y el pelo revuelto y desgreñado y la barba de mendigo, guevariana si se prefiere. Ella ya estaba sentada a la mesa. Se levantó, nos presentaron.

- Oh, el archischa. Me encantan mucho tus cuadros... sí...

- Oh, ahm, gracias... bien. Bien.

- Hmmm. Se nota que eres archischa, con todas esas barbas, bruuuf, y el pelo...

- Sí... bueno. Sí. Es... sólo... sí... la vida bohemia...

Supongo que nadie espera menos de un pintor, como mínimo unas buenas barbas desaliñadas y algo de excentricidad en los gestos. Y no quise decepcionarla y me quedé en silencio y muy quieto y puse una mirada de extravío. La realidad era prosaica: cómo explicarle que llevaba un mes sin encontrar la maquinilla de afeitar.

(En la imagen, Gustav Klimt. Con gato y barba)

Tuesday, November 25, 2008

Maravillosamente bien



Estaba pasándolo maravillosamente bien y el mundo se abría ante mí porque no tenía sueños.

(Jack Kerouac, En el camino)

Monday, November 24, 2008

Heladas debiles


Cielo cubierto en la mitad norte con precipitaciones moderadas que pueden ser persistentes, localmente fuertes e ir acompañadas de tormenta en la vertiente cantábrica y Pirineos. Todo lo que Roberto leía era el parte meteorológico, pues consideraba aquellos párrafos el culmen de la literatura portátil. Una forma superior de arte anónimo que cercenaba la subjetividad del narrador y buscaba la verdad sin amaneramientos. Cada mañana recortaba el parte de Diario de Navarra y, a media noche, corregía los errores que hubiera podido cometer y así lo transcribía en el ordenador, poniendo como título la fecha. Soy el guardián de la historia soy, murmuraba entre dientes, pasándose la mano por el mentón frente al espejo. En el resto de la Comunidad Foral, muy nuboso con precipitaciones débiles o moderadas Tanto la nubosidad como las precipitaciones tenderán a disminuir durante la tarde.

Roberto también era la música, un friki con la mala costumbre de encasquetarle a quien tuviese delante una disertación sobre Alan Howard y cosas por el estilo. Había tocado el bajo en una banda de rock progresivo pero lo abandonó por la txalaparta. El golpeteo de las maderas evoca la lluvia que sucede irrepetible, mascullaba justificando su mística de palitroque. Tanto la nubosidad como las precipitaciones tenderán a disminuir durante la tarde.

Pero no entendí a Roberto hasta la mañana en que arrastró un taburete y se sentó a mi lado mientras pintaba y comenzó a balbucear su desgracia: Sonia y Susana. Son gemelas, son perfectas... son, son perfectas. Cota de nieve: bajando de 1200 metros a 600-800. Temperaturas en moderado descenso. Contar la historia significaba para él poseerlas a las dos de algún modo. Eran mis mejores amigas. Y, aunque siempre las confundía -por eso mismo las quería a las dos igual-, elegí a Susana. Elegí a Susana porque a veces ceceaba un poco y eso me parecía un síntoma de vulnerabilidad, sabes y... sin embargo yo le gustaba a... Sonia estaba loca por mi, Sonia y... có... cómo diablos hubiera podido imaginarlo. Intenté recular, claro, pero el daño estaba hecho, sabes. El daño. Heladas débiles en zonas altas. Vientos moderados o fuertes del noroeste, con intervalos de intensidad muy fuerte.

Friday, November 21, 2008

Que complaciente estabas, amor mio, en la pesadilla



El problema no es tener que abandonarlo
todo a cambio de ti.
El problema es tener que abandonarte a ti
a cambio de un fantasma.
Son las cosas que ocurren cuando sueñas que vuelve
la mujer que no ha de volver.


(Luis Alberto de Cuenca)

Sucede



Un año, un día. Al fin y al cabo son unidades de tiempo y espacio y, cuando quedan atrás, se vuelven lo mismo: tres días, cinco años. Nada. La velocidad del tiempo produce asombro. Entretanto, sucede la vida, los cambios. Diez años, ayer. Recuerdos a medida. Y la extrañeza del reencuentro: el afecto en un apretón de manos y la inspección fugaz a un cuerpo que no encaja en la memoria: primero el rostro, los ojos; el resto de facciones, las arrugas de la frente, las patas de gallo. Después el cabello y, finalmente, una caída libre hasta la tripa. Cuánto tiempo.

(Fotografía de Slipper Buddha)

Thursday, November 20, 2008

Childlover (Una historia sobre la pornografia infantil)



Yo jugaba bien a fútbol en el parque. Eso pensaba cuando encendía el ordenador, con la nariz a dos palmos de la pantalla para no estropear la vista. Yo jugaba bien a fútbol en el parque, y la sencillez del enunciado le recordaba las tapas verdes de los cuadernos de caligrafía, el olor a musgo de las hojas, el tacto de las grapas en el lomo finísimo. El cuarto era un nicho de soledad: las paredes macilentas, un póster de Oasis con el autógrafo de Noel Gallagher, una lámina de Magritte; en la estantería, libros que leyó hace tiempo, algunas fotos; la cama siempre bien hecha, la ropa doblada sobre la silla. Yo jugaba bien a fútbol en el parque. Eso no se hace, está mal. Mal. Mal. Mal. Eres malo. Y el bien y el mal se deshacían en un murmullo grotesco dentro de su cabeza, como un puzzle esquizofrénico cuyas piezas no encajarían nunca. Yo jugaba bien al fútbol en el parque. Las tardes de primavera de su infancia giraron entorno a una pelota de plástico hecha puré en la boca de un pastor alemán. Las babas del perro en la masa gomosa e informe. Las babas del perro en sus manos.

Abrió el cajón del escritorio y sacó la bolsita de plástico con la piedra de costo y el clipper y la cajita de papel de liar. Deshizo el cigarro y recordó las servilletas de las cafeterías. La grasa de los dedos que las volvía traslúcidas, los dobladillos hasta transformar el Gracias por su visita en Gracias puta. Eres malo. Prendió aquello y abrió la ventana. Se pasó la mano por la boca y se sentó de nuevo. Abrió Google. Sabía exactamente qué tenía que escribir. Antes ponía otras palabras: angels, lolitas, boylover, preteens, girllover, pedoboy, boyboy, fetishboy o feet boy pero desde hacía un mes era suficiente con childlover. Mal. Mal. Mal. Y miró aquellas imágenes. Yo jugaba bien a fútbol en el parque. El cuerpo desnudo, las palmas de las manos pegadas a los muslos. Los ojos aterrados, la boca ligeramente abierta, crispada. Calculó que tendría cinco años, tal vez seis, cuando le sacaron las fotografías y sin embargo, de aquello, no podía recordar nada más que una orden con voz de pesadilla, ahora quítate eso también.

(La fotografía es de frozenchipmunk)

Wednesday, November 19, 2008

Pena perderselo


El periodista y escritor Ander Izaguirre presenta su último libro, Cuidadores de Mundos.

No perdérselo.


Ciudades y fechas, en A topa tolondro

El paso



1
Me arañas el rostro, niña, envuelta en un azote de viento, tu ausencia pulverizada en minúsculos aguijones, huérfanos y helados. Se precipita noviembre, todos los noviembres de la historia. La mirada lánguida de los perros con chubasquero, las obras que continúan calle arriba. Un paso de peatones con el semáforo anclado en ámbar. La luz parpadea y salpica las franjas blancas y susurra tu nombre en código morse. Basta la repetición en primera persona para volver: te quiero y quién eres y dónde estás. Esas cosas.

2
Llego al banco demasiado pronto (siempre es demasiado pronto cuando hay que apoquinar) y, mientras espero a que alguno de los empleados abra la puerta, saco del bolso En el camino, de Jack Kerouac, y releo uno de los fragmentos más conocidos, apoyado en el cajero:

Pero entonces bailaban por la calle como peonzas enloquecidas, y yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida mientras sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde como los fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas y entonces vuelve a estallar una luz azul y todo el mundo suelta un "¡Ahhh!"

Monday, November 17, 2008

Soy rumor



Me pregunta C. que si yo con nosequién. En realidad el tono es más afirmativo que interrogativo. En un principio, el chismorreo me desconcierta un poco, que si yo con nosequién. Y pienso, pues no. Y digo, pues no. Pero insiste, pues a mi me han dicho que tú con nosequién. Que te vieron. A ti. A mi. A ti. Con nosequién. Sí, con nosequién. Y a pesar de que no conozco a nosequién y precisamente por eso, empiezo a imaginarla muy inteligente y graciosa y dulce y bien parecida y unos centímetros más alta que yo. Por un momento me hago a la idea: yo con nosequién. Y dada la imagen que he forjado, la sensación no está mal, sino todo lo contrario. Me considero afortunado, tanto que me dan ganas de desmentirme y afirmar que sí, que yo con nosequién. No digo nada, sin embargo C. parece haber advertido un atisbo de duda en algún músculo por debajo de mi rostro, porque murmura entre dientes la confirmación de un hecho ya incuestionable, así que tú con nosequién. Me rindo: sí, sí, yo con nosequién. Sí. Ya sabía, ya. A mi me vas a engañar, tú, bicho. Y me da la enhorabuena, una de ida y vuelta, pues en realidad los dos sabemos que mi felicidad con nosequién le trae sin cuidado.

Cuando me despido de C. empiezo a sopesar las ventajas e inconvenientes del rumor. Bien mirado, mi romance apócrifo con nosequién mitigará la fama creciente de mi homosexualidad. Por otra parte, el amor, tarde o temprano, aleja a uno de sus peores vicios, con lo que a medio plazo -calculo- caducará la leyenda de esa compulsiva adicción mía al alcohol y otras drogas.
Vuelvo a imaginarme: yo con nosequién. No está mal tener a alguien, concluyo, aunque sea ficticio. Y desde luego, resulta bastante cómodo y, por qué no decirlo, económico. Pero tampoco me engaño, en un tiempo se cansarán de nosequién y cometeré una infidelidad imperdonable. Soy así de cabrón.


(La fotografía es de badwoy4lyf)

Ovillos



Me tocó el turno de charlar con Miguel Bosé, que estaba allí repantingado en el banco de piedra, una mezcla extravagante de Papa Noel de centro comercial y Zapatero en Moncloa, cuando se entrevista con dirigentes de otras fuerzas políticas. Vestía camisa de manga corta sin cuello y pantalones blancos de lino y sandalias. Le di la enhorabuena por Papito y confesé que era fan suyo desde que vi el videoclip de Amante Bandido en La Bola de Cristal. Le dije que en el álbum original faltaban dos temas que consideraba imprescindibles: Corazones, con Ana Torroja y Sólo pienso en ti. Me escuchó con atención y en silencio, asintiendo de vez en cuando. No quise abusar de su paciencia y así se lo hice saber. Eres un buen conversador, concluí, y nos dimos la mano.

Me alegra saber que los sueños no se controlan.

Ayer por la tarde conocí por fin a Daniel, al que Pablo -su padre- llama Mussolini. Ester, que no sabe si reír o enfadarse, le pide que, por favor, deje de llamar así al crío. Me gusta cuando Pablo pone a su mujer en esa tesitura, en la que ella siempre sucumbe al humor y destensa sin quererlo la mandíbula y hace como que no se ríe y le mira con ojos de enamorada. Tanto ella como yo sabemos que esa es la forma que Pablo tiene de disfrazar la ternura.

Luego estuve tomando un vino con Jose, en un bar inhóspito de la calle San Gregorio. Nos sentamos en una mesa esquinada, la única que quedaba libre, mientras el resto de los presentes veían perder a Osasuna:

- Deberíamos ver más fútbol, Jose.

- Sí, tío.


Nos conocemos bien porque somos amigos y, además, nos parecemos mucho. Nos protegemos el uno al otro con la experiencia de los errores. La vida se imbrica en la pintura para hacerse un ovillo del que nos sacamos el uno al otro.

Pablo me contó que, en diciembre, David iba a ser padre de una niña. Quizá me había dado la noticia el propio David la última vez que coincidimos, en una cena sanferminera, pero no logro acordarme. David ha sido uno de los mejores amigos que he tenido y, aunque la vida nos ha distanciado, nos queremos mucho. Me alegré, con el vértigo y la extrañeza del que mira una ciudad desconocida desde la ventana de un rascacielos.

Cuando aterrizo en la atmósfera ahumada, en lo más alto de la escalera de caracol, me encuentro con un libro en cada mano: En el camino, de Jack Kerouac y La Cotravida, de Philip Roth. Aunque voy por la página 50 de La contravida (y la semana pasada leí Goodbye, Columbus -primera novela de Roth-, que me gustó muchísimo), el otro día en el documental de Scorsese, No direction home: Bob Dylan, el músico recordaba cuánto le había influido En el camino. No sé cual leer.

Todo esto así revuelto me hace meditar un poco sobre las vidas posibles: ¿Seré Bosedylaniano?

Saturday, November 15, 2008

Impuros



Crucé Los Caídos pensando en la ristra de curas que hablaban del sexto y el noveno como si fuesen Copas de Europa. Apenas tenía seis años y una mente limpia como la de Adán antes de morder la manzana. Las niñas me hacían sentir ridículo y eufórico al mismo tiempo, desconocedor de la existencia de los tópicos, para mi todas eran princesas.

Entendía bien el resto de los mandamientos: no matarás, no robarás, pero ignoraba el sentido de impuros. Pero eso no lo sabía entonces. Creía que impuro significaba irreal, quedando así, por ejemplo, el sexto: no consentirás pensamientos ni deseos irreales.

Crucé Los Caídos sumido en elevadas reflexiones morales, cuando se coló en mi cabeza, pequeña y pecadora, un pensamiento impuro: ser ciclista. La ensoñación de conquistar algún día el maillot amarillo del Tour de Francia era muy impura, pues con seis años correr junto a José Luis Laguía, Perico Delgado, o Lauret Fignon era extremadamente irreal.

Contrariado, intenté atenuar el pecado y cambié el maillot de la general por el de la montaña, pero ni aun así resultó. Algo pringoso me rebullía en la boca del estómago. Será la última vez que sueño despierto, Dios. Pero pero pero, deja al menos que gane una etapa. No quise escuchar la respuesta y me impuse escapado en Luz-Ardiden. Así fue como experimenté aquel sentimiento que recordaba mucho a la soledad, pero a una soledad sucia.

Recuerdo mi último podio ciclista, cruzando Los Caídos. No sé cuanto tiempo pasó desde entonces hasta que logré ponerle, al fin, nombre a la culpa.

Friday, November 14, 2008

Astuto, astuto Google



Mis amigos hacen cosas serias: procrean. Yo, en cambio, aquí sigo, cebando este blog, por lo que se ve ambiguo, que no hace más que anunciar páginas para gays. Descubra Logroño en pareja. Cosas así. Logroño. Temo que con este derroche publicitario, Google intente ponerme en (pública) evidencia para comunicarme algo que, quizá, todavía yo no sepa de mis adentros y que ya debería al menos intuir a estas alturas, casi treinta.

Lo sabe todo, parece, Google. El muy astuto, cazando palabras al vuelo y urdiendo conjeturas riojanas sobre una -a su parecer, la mía- sexualidad dudosa, como se le pasa por los URLs.

Me consuela un hecho irrefutable: haber recorrido las calles de Logroño hace ya algunos años, con mi familia.

Nada por descubrir.

Tengo fotografías que lo atestiguan.


P.D: Todavía no he recibido un euro por la publicidad. La sonrisa es falsa.

Thursday, November 13, 2008

De tanto amarte y tanto no quererte



De tanto amarte y tanto no quererte
te has cansado de mí y de mis locuras
y le has prendido fuego a nuestra historia.
Tu ropa no perfuma ya la casa.
No queda una palabra de cariño
suspendida en el aire, ni una hebra
de azabache en la almohada. Sólo flores
secas entre las páginas del libro
de nuestro amor, y cálices de angustia,
y un delirio de sombras en la calle.


(Luis Alberto de Cuenca. La fotografía, de fcobosm)

Wednesday, November 12, 2008

Monica Micomicona Monica



El don cultivado de sacarnos de quicio el uno al otro. La fórmula aprendida y mejorada, bajando las marcas: cinco segundos bastan. El peaje diario que ha de sufrir quien me destronó cuando yo apenas tenía tres años. El hecho de que fuese chica supongo que empeoró las cosas, más teniendo en cuenta que era la primera hija y sería la única. Y Javi no pellizques a la niña. Y Javi no te da vergüenza, déjale los juguetes a la niña. Y Javi... qué iba hacerle yo, si era víctima de su intrusión en el reino egocéntrico de tarrinas y mimos.

Después de 27 años, siguen dándome ganas de pellizcarla, a veces, quizá por la tara mental del que nunca dejará de ser un príncipe destronado. Pero el mero amago del gesto -cara de hermano Calatrava, brazos de androide, manos de playmobil- basta para que los dos nos atragantemos de la risa.


(Sí. Hoy es su cumpleaños)

Monday, November 10, 2008

El vaso


Dos hombres de negocios recorren con su carrito la calle, caminando despacio hacia el green del hoyo número 9. El sonido de la hierba húmeda bajo la goma de las suelas de sus zapatos, fis, fis, fis. Un manto de niebla cubre el club de golf a primera hora del domingo:

- ¿Sabes que el 95% de tu ADN coincide con el de la mosca del vinagre?

- ¿Sólo?


(La fotografía es de DJ Bass)

Noche de ronda



En otro tiempo hubieras empleado la noche
en hablarle de libros y de viejas películas.
Pero ya eres mayor. Ahora sabes que a ellas
les aburren los tipos llenos de nombres propios,
que tu bachillerato les tiene sin cuidado.
De modo que le dejas tomar la iniciativa,
desconectas y finges que escuchas sus historias,
que invariablemente -recuerdas de otras veces-
versan sobre el amor, los viajes, la dietética,
su familia, el verano, la buena forma física,
el más allá, las drogas y el arte postmodemo.
De cuando en cuando asientes, recorriendo sus ojos
con los tuyos, rozando levemente sus muslos,
y elevas a los cielos una angustiosa súplica
para que aquella farsa termine cuanto antes.
Pasarán, sin embargo, todavía unas horas
hasta que, ebria y afónica, se abandone en tus brazos
y obtengas la victoria pírrica de su cuerpo,
que, pese a los asertos de tres o cuatro amigos,
será muy poca cosa. Y, cuando esté dormida,
saldrás roto a la calle en busca de una taza
de café gigantesca, maldiciendo las copas
que arruinaron tu hígado en la estúpida noche
y pensando que, al cabo, merece más la pena
no comerse una rosca y hablarles de tus libros,
amargarles la vida con Shakespeare y con Griffith.
O buscarse una sorda para que nada falte.


(Luis Alberto de Cuenca)

La zanja



(Ella) amaba con la misma nostalgia con que los jubilados observan las obras tras la verja:

La zanja esa de ahí. La zanja. Crece, tan profunda cada día más.

(La fotografía es de Digital Cual)

Sunday, November 09, 2008

Ya me aburri



Hombre de su tiempo, cojitranco tecnólogo en busca de verdad, claudiqué a la vida bullanguera e impúdica de feisbuc. Y el regocijo de ver tantas fotitos de gente que topé en la vida real, allí, amigos empantallados. Pero amigos. Muchos amigos.
Y quise saber qué tal, qué tal todo de todos.
Antes me acordaba de las personas a las que quise: Qué será de ti, te preguntaba por dentro, ¿algún día volveremos a encontrarnos? Imaginaba tu vida, que todo va tan bien, qué bueno que alguien te quiere, y los niños. Ahora cada día las veo conectadas en el chat, el punto verde, y no sé qué carajo decirles. Qué te digo, carajo.

¿Qué estás haciendo ahora?


Vivo la vida disipada.


¿A qué eventos piensas acudir?


Iré en autobús al trabajo.

Colgué viejas fotografías. Me hice fan de de varios pintores, de muchos escritores y de Juan Pablo II.

Jugué a qué dictador era: Adolf Hitler
Jugué a qué Beatle era: Pete Best (manda buebos)

Y uno se siente igual que cuando sueña que recorre desnudo los pasillos del colegio.

Escribí en algunos muros.
Felicité cumpleaños.
Me enrolé en grupos raros.
Envié regalos.
Comenté una fotografía. Me etiquetaron en dos: salía con papada, con los ojos entreabiertos. Parezco un lascivo, gran desgracia.

Jose me pidió ser su pareja. Pensé qué pensarían. No supe que decirle.

Soy amigo. Tengo amigos.

Soy gente.

En Feisbuc nunca llueve.

Pero hace frío.


(En la imagen, Pete Best)

Saturday, November 08, 2008

Notas imberbes



1
Permanezco el tiempo suficiente frente a la máquina de tabaco como para escuchar a uno de los obreros que está sentado a mi mi espalda, en los años 50, Mao Tse Tung impulsó una revolución cultural en China. Cuando me giro, sigue hablando, pero ya no atiendo a lo que dice, sino a las caras de sus compañeros, que asienten hipnotizados, apurando los claretes y carajillos. La imagen se torna cinematográfica cuando un haz de luz salpica la frente del orador. Me gustaría ver cómo acaba la escena, pero la línea de luz se desplaza unos centímetros y la realidad se vuelve prosaica.

2
Una madrugada desperté de golpe sacudido por mi padre, que volvía de trabajar antes de tiempo. Tenía los ojos inyectados en sangre y el aliento le olía a aguardiente. Le miré aterrorizado y el palpó con los dedos la bombilla desnuda que colgaba de un cable. --Está caliente. Me clavó los ojos y lanzó la bombilla con rabia contra la pared. Estalló en mil pedazos de cristal que me cayeron en la cara pero no me atreví a apartarlos.

(Ruiz Zafón)

Fernando Savater y Ángela Vallvey. Ganador y finalista del Premio Planeta 2008. Muy bien (ya nada me escandalizan las muchas formas de un despilfarro que luego -claro- resulta inversión). Presentando mis respetos y sin ánimo de ofender, no los leería ni remojado en absenta. Un ejemplo cualquiera, ellos, entre miles.

Explico. Cuando alguien, un amigo, yo qué sé, quien sea, trata de endosarme una lectura, leeteleetelasombradelvientofresco, me hago el sueco: como el jurado de los Nobel me hago el sueco. No menosprecio el gusto de nadie, pero es que tampoco leería un libro recomendado por mi. Tuve suerte de encontrarme en la Facultad de Comunicación con un grupo aventajado de exploradores literarios. Sólo me fío de ellos, de hecho, sus dominios son tan amplios que ni reencarnándome varias veces podría disfrutar una mínima parte de todo lo que han leido.
Pienso estas cosas, sobretodo, cuando entro en una biblioteca o librería y veo la cantidad de cadáveres de árboles inocentes apilados en mesas o incrustados en las estanterías. También cuando calculo con desesperación el tiempo que me ha llevado un libro prescindible. La vida es demasiado corta como para leer cualquier panfleto, habiendo -además- tanto, tantísimo bueno.
Como dice Gonzalo, lo peor no es el tiempo invertido. Es el tiempo que esa mierda permanece en tu cabeza. Y lo dice con los ojos inyectados en sangre. Por qué no.

Thursday, November 06, 2008

Te sienta bien


Vidas posibles. Has vivido muchas vidas, eso es lo que pasa, me decía Iñaki. Has vivido muchas vidas. Y también, cuando una chica le gustaba, si viviese mil vidas, a ella le dedicaría una.

Y una de mis muchas vidas la viví contigo.

Derramé medio vaso de café en la camisa, un cuarto en el suelo y el resto lo bebí de un trago cuando empujaste la puerta, después de llamar sólo una vez al timbre. Entraste y te quedaste inmóvil en medio del estudio, hola, hola, mirando en derredor, y me costó encontrar un rostro sin las gafas. Trazaste una media sonrisa a la derecha y me acerqué como si fueses el eco de la plaza desierta que se colaba por la puerta, cerrándose todavía. Eras seis años atrás, el caleidoscopio de la ciencia en tus ojos aún sin grietas, ajustando la línea de los dientes; las botas blancas, abrigo negro hasta las rodillas y el piercing en el labio y la carpeta protegiéndote el costado. El pasado te sienta bien. Soy de iberdrola. Ah. Sí. Bueno. Hola. Hola. Quería hablar con el encargado. Miguel, sí. Miguel, baja. Un momento, baja.

No fui capaz de sostener el perfecto algoritmo de la sencillez.

Te vi caer.

Te vi temblar.

Te devolví el despertador.


No es indiferente el lugar donde estamos.
Algunas estrellas se acercan entre sí peligrosamente.
También aquí abajo hay separaciones violentas de amantes
sólo para que el tiempo se acelere
con el latido de su corazón.

Las gentes sencillas son las únicas que no buscan la felicidad...



(La poesía es de Vladimir Holan y la fotografía, de philip lepage)

Wednesday, November 05, 2008

Imagenes


Nos zurran a imágenes. Los mass media, digo (porque diciendo mass media bastantes veces, creo que uno puede llegar a tertuliano de cualquier programa de televisión, y yo quiero ser tertuliano y hacer como si sé mucho de todo). Y la imagen del día y tal y cual, sabes. Pues encuentro en el álbum campestre de Allendegui esta fotografía -de una, la de ayer, jornada electoral en Estados Unidos- que cuenta más cosas que muchas otras más mediáticas, redundo. Está tomada en el Sweetwater Creek State Park, cerca de Atlanta (Georgia). Que cada cual interprete a su manera. A mi me gusta mucho.

(Merece la pena hacer clic en la foto)

Seamos serios, vamos a ver, a ver. Por favor


Hoy el blog queda en suspenso. Decidido a volverme un hombre y serio y de provecho (ya no este artistilla mamarracho, yes, we can, güi kan), llevo horas en vela -apenas he despegado el culo de la palmatoria en un par de ocasiones para asaltar las empanadillas de la nevera- frente al microondas (a vueltas el café con leche). Elaboro con Puppy un análisis, político, económico y social, amplio y pormenorizado de las posibles causas y consecuencias de los resultados electorales en Estados Unidos y estudio, también, las diversas reacciones psicológico-teatrales de los más destacados digerientes de la comunidad internacional.

El texto íntegro, con croquis y todo, será publicado cuando McCain se deje el pelo a lo afro.

O no.

Tuesday, November 04, 2008

Que viene, que viene


Cuidadores de mundos, el nuevo libro de Ander

Voy a escribir un libro


Voy a escribir un libro que hable de las (poquísimas)
mujeres de mi vida. De mi primera novia,
me enseñó el amor y las puertas secretas
del cielo y del infierno; de Isabel, que se fue
al país de los sueños con el pequeño Nemo,
porque aquí lo pasaba fatal; de Margarita,
recordando unos jeans blancos y unos lunares
estratégicamente dispuestos; de Ginebra,
que le dejó a Lanzarote plantado por mi culpa
y fundó una familia respetable a mi costa;
de Susana, que sigue tan guapa como entonces;
de Macarena, un dulce que me amargó la vida
dos veranos enteros; de Carmen, que era bruja
y veía el futuro con ojos de muchacho;
de la red que guardaba los cabellos de Paula
cuando me enamoré de su melancolía;
de Arancha, de Paloma, de Marta y de Teresa;
de sus besos, que izaron la bandera del triunfo
sobre la negra muerte, y también de su helado
desdén, que recluyó tantas veces mi espíritu
en la triste mazmorra de la desesperanza.
Voy a escribir un libro que hable de las mujeres
que han escrito mi vida.


Luis Alberto Cuenca, de Por fuertes y fronteras

(La fotografia es de Fuls)

Gripe. Notas


1
Estaba bien ponerse un poco enfermo para no ir al colegio de vez en cuando. Nunca fingí dolor de cabeza, varicela, o una fiebre elevada, pues así sólo lograba ser noqueado por un gancho potente de culpa. Sí que azucé a la fiebre en alguna ocasión, reconozco, y con éxito notable, caminando descalzo por los rincones más fríos de la casa. Odiaba el colegio y me gustaba Vacaciones en el mar, pero de eso hace ya mucho tiempo.
Pensaba en estas cosas tumbado en el sofá, en un duermevela alucinado, cubierto hasta la boca con el nórdico que compré en el Ikea de Barakaldo y zarandeado por los timbres histriónicos de las reporteras de España Directo, muy alteradas y dando saltitos en la nieve, con sus micrófonos pegados a las manoplas. La gripe es una tortura.


2
La noche ha sido toledana, entre espasmos y escalofríos, pero me he levantado de mejor humor y el cielo se ha ido despejando a medida que avanzaba la mañana, hasta quedar de un azul límpido. A veces sólo la fiebre te sorprende con sueños reparadores en los que vuelven abrazos con rostro y voz, te quiero raro porque eres raro, que jamás deberían haberse ido.

Monday, November 03, 2008

Dani


Ayer, domingo 2 de noviembre -a las 0.20-, nació en el Hospital Virgen del Camino de Pamplona el pequeño Dani, primer vástago de mis amigos Ester y Pablo. Pesó 3 kilos 40 gramos.

Estamos contentos. Contentísimos.


(A falta de nuevas imágenes...)

Saturday, November 01, 2008

El olvido



La olvidé. Por completo. Para siempre
(o eso creía entonces). Me cruzaba
con ella por la calle y no era ella
quien se paraba ante un escaparate
de ropa deportiva, no era ella
quien compraba el periódico en un quiosco
y se perdía entre la muchedumbre.
Como si hubiera muerto. No era ella.
Su nombre era el de todas las mujeres.


Luis Alberto de Cuenca


(La fotografía es de scottintheway)